LAS CARABELAS DE LA RECONQUISTA
Hace algún tiempo, en uno de los libros que intentaban dar cuenta de lo que fue el primer contacto entre los nativos y los viajeros que llegaron al nuevo mundo, encontré una imagen que ahora, a la distancia de los años y los ímpetus de la juventud, hasta me suena pintoresca.
Refería el texto que unos y otros, en este capítulo de la historia de la humanidad en que España necesitaba conquistar otras tierras fuera del mundo conocido hasta entonces; eran tan diferentes que cuando el blanco se acercó demasiado, nuestro antepasado indígena de sólo sentir la barahunta de humores y olores se fue de bruces desmayado y posiblemente en medio de convulsiones.
No sólo eran dos mundos diferentes sino que ese primer contacto no pudo nunca ser un encuentro ya que la sola presencia de uno en el territorio del otro ya era todo un cataclismo. Los indígenas de estos reynos no contaban con las defensas necesarias para poder soportar los virus y enfermedades que el europeo traía consigo.
Ese detalle significó la muerte de millones de nativos americanos a lo largo del continente que desde entonces empezó a dejar de ser plenamente nuestro. No vamos a referirnos a las diversas formas de exterminio, pero este "ataque bactereológico" involuntario (se originarán allí los argumentos del presidente estadounidense George Bush y compañía?) puso su buena cuota en el etnocidio.
Entonces, lejos de los buenos o más perversos deseos, o aunque a los europeos sólo los hubiera guiado un épico espíritu de aventura las consecuencias en nuestro mundo serían catastróficas.
Fuera del juicio moral respecto a lo que significó la presencia del hombre blanco en nuestro continente está el hecho histórico. No se trata de definir si estuvo bien o estuvo mal que sucediera, se trata que nos reconozcamos a partir de lo que sucedió.
Y es normal que volvamos a revisar, pero con agudeza, qué fue lo que realmente sucedió; porque allí vamos a encontrar caminos que nos acerquen de alguna manera a la pregunta sobre quiénes somos realmente como "americanos" que decimos ser.
Hace varios años ya que se inició un afán por revisar los instrumentos que manejaba la Historia de nuestros pueblos, y se planteó la necesidad de tener un acercamiento mucho más sincero a lo que nos proporcionó la Historia oficial. El libro de Nathan Wachtel, "La visión de los vencidos" fue uno de los aportes valiosísimos en esa dirección. Y en esa dirección han ido mucho intelectuales, artistas, folcloristas, gente interesada en el tema de la identidad.
Pero vale la pena volver siempre sobre ese interés sobre todo de parte de quienes pertenecemos o tenemos antecedentes nativos, no sólo como una inquietud intelectual, sino como una necesidad para definirnos en este tiempo, para encontrar nuestro protagonismo en esa historia oficial donde nuestros nombres y nuestros actos practicamente no existieron, y también para definir nuestro protagonismo en la actualidad.
Como alguna vez se preguntó Bertolt Brecht sobre los obreros y el pueblo en la historia, es necesario preguntarnos sobre nuestra historia, ¿cuáles eran los rostros de quienes resistieron duramente todos estos años?, ¿cuáles sus nombres?, ¿cómo les llamaban en sus casas a quienes cayeron primero en los campos donde se definió la independencia del continente?, ¿de dónde venían los indios que se quedaron en la puerta del recinto, y sin poder entrar; donde criollos y españoles decidieron el desmadre de republiquetas en el que quedó repartida la América Latina?, ¿dónde están los grandes retratos, quizas sin mostachos ni patillas, de los heroicos indios que murierón sin saber en defensa de qué o de quién en la absurda Guerra del Pacífico, dónde sus bustos de bronce después de resistir sólo con sus cuerpos las bayonetas sanguinarias del ejército opuesto?
La historia oficial está llena de cálculos políticos, y hace mucho tiempo que hemos debido de haber escrito la nuestra, calculando únicamente que no somos mejores ni peores que el blanco que se apoderó de nuestras tierras, sino diferentes, y que formamos parte de un conglomerado de naciones que lo único que pretende es vivir en paz y cada vez mejor, y que necesitamos mirar en nosotros mismos, y rescatar lo mejor de nosotros mismos no para demostrarnos o demostrar que somos "mejores", sino porque esa es nuestra responsabilidad, nuestra obligación con el género humano.
La economía y los sistemas políticos están actualmente demostrando inoperancias históricas, problemas como el hambre en el mundo y la injusticia social y en la distribución de la riqueza parecen no querer ser solucionados por los centros del poder, conceptos como los de "desarrollo" empiezan a tener profundos cuestionamientos y muestran la faz de la derrota después de años y años en los que sólo han generado una inmensa burocracia que sobrevive amparada en organismos gubernamentales y organismos no gubernamentales. Los países "desarrollados" tienen agroindustria, mientras que en nuestras comunidades la producción sigue siendo parte de la cultura. Por ello nosotros tenemos agricultura. Ese es el escenario en el cual el género humano espera nuestras respuestas, ese es el tortuoso mar donde debemos izar las velas de nuestras carabelas para la reconquista de un mundo donde la presencia de "el otro", diferente a nosotros, no sea un choque, sino realmente un encuentro.
Juan Miranda Sánchez

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12 DE OCTUBRE DÍA DE REFLEXIÓN PARA RECUPERAR LOS ESPACIOS PERDIDOS POR LOS PUEBLOS ORIGINARIOS
El 12 de octubre no es celebración del encuentro de dos mundos; sino, el día de la reflexión para recuperar los espacios perdidos desde la conquista por los propios pueblos originarios. Pero en pleno inicio del siglo XXI, muchas organizaciones y ciudadanos de los pueblos de América seguimos con la idea de la celebración del encuentro de dos mundos; pareciera que el sistema nos tiene acostumbrados a celebrar nuestras derrotas no sólo de la época de la conquista, también en toda nuestra vida republicana.
El propósito del presente mensaje, es reflexionar sobre el nefasto significado del 12 de octubre de 1492, mal llamado por las autoridades educativas "Día del descubrimiento de América" y para otros "Día de la raza". Para el mundo indígena, dicha fecha no es más que el inicio de una sistemática destrucción cultural, que no solo instauró la más cruel masacre y la esclavitud de nuestros antepasados, sino eliminaron las estructuras económica, social, política y cultural de los pueblos prehispánicos.
Los españoles interesados principalmente en los metales preciosos como el oro y la plata empezaron a someter a los indígenas a una vil explotación no importando para nada la vida de millones de indios internados en las minas, produciendo la exterminación de la población del imperio incaico de 10 millones a 2 millones. Producto del saqueo, la expoliación y el genocidio de los pueblos indígenas, según consta en el archivo de las indias, solamente desde 1503 a 1660 se llevaron de América a España 185,000 kilos de oro y 16 millones de kilos de plata. Lo cual, nos grafica claramente la magnitud de la ambición y aprovechamiento de España.
Hoy en el Perú, a pesar del fuerte proceso de transculturación ejercida por los gobiernos de turno por más de 500 años, no han podido desaparecer por completo la herencia cultural e ideológica expresada en el respeto a la tierra y a la naturaleza: la Pachamama. Esta visión cósmico-natural expresa su filosofía, su concepción del mundo, de la vida y de su existencia; pero también con alto grado de influencia occidental producto de un proceso de dominación cultural impuesto por el sistema.
En el contexto arriba expuesto, no podemos permitir el silencio indígena ni una pasiva forma de asimilarse a la cultura occidental, pero perdiendo su identidad, o como otros dicen blanqueándose para ser igual a la cultura dominante criolla. Al respecto el investigador Van Kessel afirma que muchos optan por dejarse comer por la cultura dominante criolla; a éste fenómeno se llama ETNOFAGIA cuando una etnia se come a la otra etnia, ésta última corre el riesgo de perderse y convertirse como la otra etnia, éste comportamiento es vergonzoso y terriblemente triste, porque el individuo vive en un permanente conflicto de identidad de "ser y no querer ser".
Pero también hay otro comportamiento activo de los indígenas, que consiste en no dejarse blanquear o absorber por la cultura dominante, a pesar de haber recibido una educación occidental. En éste caso nos referimos a los indígenas que asumen su identidad, usando con orgullo su idioma nativo al lado de la segunda lengua el castellano, practicando normalmente las costumbres, los valores y principios filosóficos heredados a través de los padres, los abuelos, los bisabuelos desde tiempos inmemoriales.
Corresponde a la nueva generación de indígenas con alto grado de identidad cultural y conciencia social, tomar las riendas de su propio carro, para recuperar los espacios administrativos, económicos, políticos, religiosos, educacionales, culturales y tecnológicos. Por ello, el 12 de octubre día de la reflexión, los pueblos indígenas deben trazarse como norte reconquistar estos espacios, no por la fuerza, sino por un proceso panandino de toma de conciencia y de valoración de nuestra identidad cultural propia; y también por el esfuerzo de un desarrollo integral, autogestado, emancipatorio, sostenible y con identidad andina.
Francisco Mamani Cañazaca
IECTA - Perú

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AMÉRICA VISTA DESDE EUROPA
Según algunos artículos realizados por europeos América sigue siendo nueva, es decir joven como lo revelan los rasgos que delimitan su contexto y son su fundamento. Ningún futuro se encuentra inexorablemente determinado ya que la historia es reino de libertad.
América está ahí, como puente entre los dos océanos y los dos tiempos: nos remonta su pensamiento a una tradición venerable aunque muerta en las fuertes corrientes vitales que le proporcionan un patrimonio común con Europa. Hubo un tiempo en que el trasvase desde Europa era más abundante. Pero ahora es mucho más lo que los europeos están recibiendo.
Las sociedades humanas, naciones, no construyen el futuro desde la nada, el vacío inicial, sino partiendo de un bagaje que por ser heredado constituye un patrimonio. Lo reciben independientemente de su voluntad.
Pero como lo advertía Jacobo Burckhard las respuestas pueden darse en posiciones muy diferentes: rechazar la herencia, idolizarla o asumirla como plataforma para la etapa siguiente.
América es hoy dueña de un patrimonio que ni siquiera las insuficiencias políticas (producto en gran medida por el empeño en copiar lo que otros inventaron en lugar de investigar cual debiera ser su sistema propio original) ni las inestabilidades económicas provocadas por los manes maléficos de Bretton Woods, pueden diluir. En ese patrimonio los principales elementos constitutivos vinieron desde Europa. Aportados por los emigrantes que iban a crear un mundo menos imperfecto que el que dejaban atrás, donde los hechos de muchos gobernantes respondieron a las palabras. "España sabe mucho de eso". También ella fue descubierta y recibió influencia de griegos y latinos las bases de racionalidad, lengua, derecho, pensamiento y cristianismo. Sobre las cuales edificó su propio ser.
La pregunta que se les formula a los españoles es ¿qué cosas viajaron desde España a América? y la respuesta es muy sencilla. El caballo y el padre nuestro. El caballo significa entonces una forma de vida superior, hecha de exigencia y deberes, identificada con el sentimiento de la caballería con la nobleza de la conducta, la hombría de bien y el respeto a la palabra dada, en definitiva, la que todavía denominamos caballerosidad.
Padre nuestro quiere decir cristianismo; esto es reconocimiento para el hombre de esa condición prodigiosa y única de llegar a ser hijo de Dios, lo que le libera de las ataduras de la carne y le eleva a la vida del espíritu. No importa la naturaleza biológica; solo tiene valor la fe y esa se recibe después de nacer; he ahí lo que importa.
La modernidad ha llegado a sus últimas consecuencias. Se habla de post - modernidad, un término que nadie entiende pero que parece resolverlo todo. Porque equivale a un enigma con el que Esfinge proponía a Edipo. Según la doctrina europea hay que resolver el enigma: "América cuenta con los elementos necesarios; pero aún queda por averiguar si será capaz de emplearlos en la forma adecuada".
CIENCIA Y TECNOLOGÍA DE DOS CULTURAS OPUESTAS
La cultura occidental estaba organizada y sistematizada por la ciencia principal de la época: la teología que constituía una estructura de pensamiento abstracto. Basada en un razonamiento lógico que procuraba la postulación de un principio único y verdadero. Y por ende. Una visión del cosmos. Del mundo, la naturaleza, la vida y el hombre que procedían y de explicaban desde ese uno como una verdad inconmovible.
Mientras que la cultura del Tahuantinsuyo en contraste con la occidental, se había ido constituyendo en la praxis y en el manejo de la realidad circundante hasta lograr un conocimiento del cosmos, la naturaleza y los seres que la conformaban como sectores muy bien diferenciados, pero animados, es decir con vida propia. El conocimiento estaba intrínsecamente vinculado a la realidad concreta, y desde ella, en una búsqueda de un principio explicatorio de todo lo existente, llega a la postulación de una entidad ontológica-metafísica a la que se atribuye el poder de y mando de todo lo existente.
Resulta importante señalar que el concepto que tenemos de ciencia y tecnología no corresponde al que se daba en Europa en los siglos XV y XVI. Puesto en nuestros días la ciencia es una disciplina que puede alcanzar, en alta medida, un conocimiento sólido de los temas que estudia a partir de teorías constituidas por un conjunto de principios, axiomas o postulados sobre determinados caracteres de algún sector de la realidad.
Una teoría científica nos permite comprender o explicar determinados hechos, pero permite también predecir hechos con una seguridad de altísima probabilidad. Para poner a prueba las teorías y leyes científicas, se recurre a los laboratorios, lugares donde el avance el avance tecnológico e instrumental permite confrontar la predicción con la experiencia.
Con estos criterios no podríamos entender la ciencia de los antiguos peruanos. Ya que estas eran un conjunto de técnicas y conocimientos ciertos, al aplicar los cuales producían resultados positivos. El ejemplo mas ilustrativo es el ayllu, que constituye el germen organizativo de la vida en sociedad y la posterior formación del estado. Es un micromundo, una unidad geoeconómica de pequeños hábitats o residencias adecuadas para la vida del hombre.
La astronomía , la agricultura y la hidráulica guardaban estrecha relación en cuanto conectaban los ciclos de vida de una sociedad agraria con los ciclos astronómicos. Las observaciones astronómicas desde el Intihuatana permiten la medición del año solar y su aplicación al calendario agrícola.
La naturaleza estaba dividida en sectores, especies y variedades perfectamente diferenciadas. Así, las plantas animales y minerales de cada piso ecológico les eran ampliamente conocidos.
La influencia de la cultura occidental sobre las americanas constituyó un verdadero enfrentamiento de mentalidades e ideologías muy diferenciadas puesto que al llegar la conquista estas formas de vida resistieron el tremendo impacto de la invasión; cayó el imperio pero la comunidad netamente indígena se mantuvo con vida a lo largo del régimen de la colonia; la república disminuyó en algo la acción destructora pero se mantiene vigente hasta hoy.
Yulibet Paredes Laura
OWAM - Tacna.

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