LA FIESTA DEL AGUA DE RIEGO DE OYLOPAMPA
Por: Constantino Calderón Mendoza
Universidad Nacional Agraria La Molina, Lima.
INTRODUCCIÓN
El presente relato es una pequeña muestra de más de 5 millones de peruanos que, al presente, perciben el mundo como cosmovisión. Son los quechuas, huaris, moches, aymaras y un sin número de etnias que ocupan las regiones de Sierra, Amazonía y Costa. Es una fuerza potencial que se mueve a ritmo biológico; y, ciertamente, está en proceso de expansión panandina. Si continúan en esta vía de panandinismo espontáneo, el occidente moderno se irá convenciendo de su probable fracaso en su pretendida tarea de homogenización, occidentalización y modernización cultural del mundo. Para los andinos, este proceso es natural y simplemente el pachacúteq (el mundo, y particularmente el área andina vive desde la colonia el pachatijray o takionqoy). Se daría el pachacúteq como una negación de tanta maldad generada en el proceso de occidentalización y modernización del mundo.
El yarqahaspi o yarqa capitán es una de las pocas fiestas precolombinas que no está encubierta por santos católicos; sino tiene su propia expresión holística.
Con este trabajo deseo contribuir al entendimiento de este modo de vivir andino, para acrecentar su vigorización. Después de hacer referencias de lugar, me centralizo en todo el proceso que acompaña a la celebración de la fiesta del agua. A continuación narro el inicio de las labores de los alcaldeaguas y los testimonios a cerca del agua-deidad o persona. Luego intento, a manera de entrevistas, un desafío al saber andino campesino. Finalmente, como una conclusión, trato de asimilar este modo de vivir andino campesino.
METODOLOGÍA DE TRABAJO
Este trabajo se ha basado en entrevistas grabadas, testimoniadas por las siguientes personas:
Constantina Calderón, campesina de 47 años de edad. En su adolescencia y parte de su juventud residió en la ciudad de Lima. Habla quechua y castellano.
Lidia Baytón, campesina de 50 años de edad. Idem.
Erasmo Martínez, campesino de 48 años de edad. Idem.
Clemencia Mendoza, campesina de 80 años de edad. Desde su nacimiento vive permanentemente en la zona rural motivo de este trabajo. Habla quechua.
María Barriga, campesina de 80 años de edad. Idem.
Lucila Alata, 70 años de edad. Desde su adolescencia vive en la ciudad de Lima; pero mantiene vigorosamente su cultura materna. Habla quechua y castellano.
Candelaria San Miguel, 55 años de edad. Parte de su adolescencia y juventud vivió en Lima. Ya adulta, comparte su estadía tanto en la ciudad de Lima así como en su tierra natal.
Además, me ayudó mucho hacer rememoria de lo visto en mi adolescencia.
Todos los testimonios fueron orales y en el idioma quechua. La traducción al castellano se ha hecho siempre ateniéndose al contexto y a los detalles que expresaba cada testimoniante.
REFERENCIAS DEL LUGAR
En el departamento de Ayacucho, provincia de Paucar del Sara Sara, se encuentra el distrito de Villa Oyolo, con sus tres ayllus: Qollana, Pumatambo y Achumani. Antes de la disposición de reducción sistemática del virrey español Toledo, estos tres ayllus vivían dispersos. Con este dispositivo fueron obligados a reducirse y ocupar el lugar hoy denominado Oyolo, que se convirtió políticamente en comunidad, hasta que posteriormente se convirtió en distrito.
Su territorio abarca desde aproximadamente 2400 m.s.n.m. hasta 4600 m.s.n.m., comprendiendo las ecoregiones Quechua, Suni, Jalca y Hanca. Las producciones agropecuarias más importantes son: papa, maíz, cebada, camélidos y vacunos; complementándose con otros productos agropecuarios andinos. Toda la producción agrícola se lleva a cabo bajo riego toda vez que el agua es relativamente abundante.
La fiesta del agua o yarqa capitán, data desde tiempos inmemoriales. Se celebra cada año, el primer lunes de agosto. Encabezar la organización de esta fiesta es de carácter obligatorio, por una sola vez, para todas las familias que comparten el agua de riego. Hasta antes de la década del sesenta, los instrumentos musicales que animaban la fiesta comprendían de tambor, quena y bombo; posteriormente se introdujo la banda de música motivado por la distinción ¿Quién pasa mejor?
En Fuyusqa nacen 30 “ojos” de agua (puquiales), de los cuales 10 son principales. A partir de éstos, en Hiskaqi se deriva Oyloyacu como agua de riego, cuyo caudal normal alcanza para tres repartos de riego simultáneo (± 300 l/s de caudal). En la región Suni abastece a los cultivos de alfalfa, papa y cebada. En la región Quechua abastece a los cultivos de maíz y alfalfa. Y en el pueblo las huertas de los tres ayllus y las necesidades domésticas de Qollana. La supervisión está a cargo de un alcaleagua, cargo de desempeño obligatorio por una sola vez para todos los beneficiarios.
DEVOCIÓN A CARGO DE CAPITÁN DE YARQA HASPI
La aspiración al cargo de capitán de Oyloyarqa es todo un acontecimiento que viven internamente las personas escogidas por la unidad yacumama-urqumama y reafirmadas por elección o consenso comunitario. Hay una revelación que se manifiesta a través del sueño, cuya interpretación se comparte con toda la familia, quienes, además, refuerzan la toma de decisiones.
Testimonia doña Lidia, “El año que aceptamos el cargo de capitán de Oyloyarqa, frecuentemente soñaba con una señorita rubia (gringa), quien se enamoraba de mi esposo. Pensamos que era hallpamama,… quién puede ser sino Fuyusqa. Es que en algunos momentos dudábamos pasar el cargo a falta del dinero necesario; pero por estas revelaciones constantes, hicimos más esfuerzo y pusimos cuidado y fe. Es más, si no hacíamos el cargo, tal vez hubiéramos recibido algún castigo”.
Testimonia doña Constantina, “Para tomar el cargo de capitán de Oyloyarqa, en cierta manera comentamos con anterioridad con mi mamá y mi esposo, pero sólo como una posibilidad, domo decir nomás. ¡Claro! -decía mi mamá- estando jóvenes nomás pueden gozarse. Entonces semanas antes de recibir el cargo, soñé con el abuelo Mariano Bracho (viejo blancón) quien tocó la puerta de mi casa, le invité pasar adentro, pero le noté muy preocupado y luego me dice: tengo que ir arriba (hacia la región de Fuyusqa), ¡caray estoy preocupado!, que Erasmo me acompañe, voy a ir con él (Erasmo es esposo de la testimoniante). Al momento no comprendimos esta revelación, quedamos con dudas. Pero un abuelo casi siempre es Pachamama o Hallpamama”.
Don Erasmo testimonia, “El día central de la fiesta de Oyloyarqa, yo fui a la faena como cualquier comunero a cumplir con mi deber, pero en el momento del nombramiento de los nuevos capitanes y alcaleagua, ningún comunero se ofreció ni tampoco se había logrado preestablecer a los precandidatos durante el trabajo. El teniente estuvo llamando, “¡a quién nombramos!” o “¡quién se ofrece voluntariamente!...”, hubo mucho hermetismo, se extendió más los comentarios a voz baja entre los faenantes. En eso don Jorge se acercó a mí diciéndome, “don Erasmo, hay que recibir nosotros, tú capitán y yo alcaleagua, ¡vamos hacerlo!”; espontáneamente, casi sin pensarlo dije ¡Ya pues don Jorge! ¿Por qué no? Y así fue, todos nos aclamaron y nos pusieron flores al cinto del sombrero. El teniente se acercó al capitán de quién con su permiso le desprendió una de las cinta llicllas que se entrecruzan en su pechos y una de las piscas que portaba en su mano; luego se dirigió a mí, nos pusimos frente a frente y nos apoyamos de una rodilla al suelo, me puso de kaihui la cinta lliclla, y la pisca por su asa ensortijó a mi dedo menor diciéndome, “pues es voluntad de Fuyusqa y la aclamación de nuestra comunidad”, dije gracias. Igual hizo con don Jorge, a quién le puso en sus manos el alcaleagua vara. Toda la comuna faenante nos felicitaron, el capitán nos dio de brindis una copa de cañazo, todo fue júbilo. Esto de recibir la lliclla o la vara ya es un compromiso formal ante Fuyusqa y la comuna. El capitán nos invitó a bailar una ronda comunal. Terminando el acto, me desprendí la cinta lliclla y la pisca para nuevamente prenderle al capitán; lo propio hizo don Jorge con el alcaleagua vara(1). Es así como recibí el cargo de capitán de Oyloyarqa”.
Manifiesta doña Constantina, “Al atardecer de aquel día, antes que regresara mi esposo, me avisaron que él había recibido el cargo de capitán de Oyloyacu. No me sorprendí tanto, lo tomé como que si hubiera decidido anticipadamente. Le comenté a mi mamá, dijo, “está bien, háganlo”. Aquel día, recién comprendí la revelación de mi sueño, era para esto. Así empezó nuestra responsabilidad”.
El incumplimiento de realizar esta fiesta tiene fuertes consecuencias: la comuna puede mandar recoger una o dos reses y lo disponen para el gasto de la faena del día central; también se corre el riesgo de sufrir algún castigo de Fuyusqa; incluso pueden impedirle el uso del agua. Pero al parecer, la vergüenza ante la comuna es la que más pesa. El incumplimiento sólo se justifica en casos de enfermedades graves, pero de todos modos dispone voluntariamente para los gastos de la faena de ese día.
INICIO DE PREPARATIVOS
Entre los meses de abril y junio del siguiente año, el capitán tiene que preparar la leña para su uso durante la fiesta.
Narran doña Constantina y don Erasmo, “Con las preocupaciones y consejos de nuestras familias que sienten más afecto por nosotros, decidimos preparar la leña los primeros días de abril. Preparamos la chicha y alistamos el cañazo, coca, cigarro y todo lo necesario para el almuerzo del día. Estar de cargo es una actividad que hay que conjugar con nuestros quehaceres diarios. Faltando unos días para el día pensado, anfosé -refiere don Erasmo- a los mejores leñadores para que asistan con su hacha cada uno. En estos días nos ocurrió algo que nos hizo tener más fe y mayor responsabilidad. Yo pensaba -refiere doña Constantina- que solamente los santos (católicos) castigaban cuando uno se compromete en un cargo e incumple. También tiene su castigo la fiesta de yarqa haspi. Cuando se está de cargo no se puede andar irritado o fastidiado en hacer los preparativos, nos puede castigar Fuyusqa. Esto le ocurrió a mi esposo en esos días él andaba aburrido y hacía irritado las cosas; un día antes del leñeo, yendo a ver las vacas se había caído, incrustándose espinas en la palma de su mano, me puse apenada al ver que le imposibilitaba trabajar, pero don Erasmo aquel día así se fue a leñear. Al término del día ya no sentía nada, bajó el hinchazón y se sanó normal y tan pronto”.
De madrugada aquel día los leñadores angosados pasan por la casa del capitán, quien les ofrece el almuerzo. Estas mismas personas son suplicadas por la esposa del capitán para que trasladen la chicha en grandes porongos de arcilla. Antes de empezar el trabajo se sirven la coca, el cigarro, cañazo y chicha que les ofrece el capitán. Luego se inicia con el tumbado de los eucaliptos seleccionados, y el eco del sonido de las hachas se extiende. En estas primeras horas uno por uno van llegando hombres con su hacha bajo el brazo y mujeres con su lliclla y soga para trasladar la leña a la casa del capitán. Alrededor de las once y treinta de la mañana, el capitán invoca al primer samachiy. Le sirve un puñado de coca y un cigarrillo a cada uno, también pasa copa de cañazo y vaso de chicha. En este samachiy, la comadre, tías, hermanas y otras familias que vienen a devolver o dar apertura de ayni, también se adhieren al samachiy. Cada una, empezando por el capitán servirán coca, cigarrillo, cañazo y chicha a todos los asistentes. Se reinicia el trabajo, conforme avanza el día y los ánimos aumentan, la pareja de hacheros entran en competencia con otras parejas, decenas de mujeres permanentemente van trasladando la leña. Alrededor de las tres de la tarde, el capitán invita al segundo samachiy, como en el anterior hay otras familias y personas afectivas que se adhieren al acto. Otra vez se reinicia el trabajo. Cuando el organizador de este cargo cultiva reciprocidad, es muy estimado, vendrán gran número de personas que terminarán el mismo día con el tumbado, rajado y traslado de toda la leña. Al crepuscular de la tarde termina el trabajo y todos son invitados a la casa del capitán para compartir la cena.
“Al siguiente día -cuenta doña Constantina- organizamos la cura de cabeza, mandé preparar ponche de maní e invitamos a todos los braceros asistentes al trabajo del día anterior”.
A los invitados se van sumando muchos otros participantes y algunos nuevos que no vinieron el día anterior. Este día, luego de servirse el almuerzo de la mañana, vuelven al lugar del leñeo si es que no se acabó con el trabajo; de lo contrario, se inicia en la casa el llamta taqiy y el chucllado. Aquí, el compadre y la comadre encabezan el quehacer del día; asumiendo la responsabilidad del capitán, angosan con una copa de cañazo a todos los presentes y piden que se organicen en las diversas funciones que deben desempeñar durante el día. Así, hay un grupo masivo de hombres que empiezan preparar el techado del patio con palos y ramas traídos del leñeo, y que servirá de sombra durante la fiesta; otro grupo se dedica a arrumar la leña, de tal manera ocupe un lugar apropiado y se exponga al sol para el secado. Y algunos hombres y mujeres que tienen gracia para hacer el papel de ciertos personajes de la fiesta, ensalzan la labor del día. Los presentes siguen persuadiendo a la comadre y al compadre para que organicen lo mejor posible, le dicen por ejemplo: ¡Señor compadre, ya pues, dónde está tu ánimo, si ahora lo hacemos frio lo mismo ocurrirá el día central! Los que hacen papel de músicos, tonadean tomando como instrumento algún objeto que cause hilaridad; las señoras que hacen de hermanas cantan manifiestan algunas escenas del día central de la fiesta. El día transcurre entre el trabajo, diversión y reciprocidad.
En los meses de abril, mayo, junio y hasta mediados de julio, toda la comunidad está empeñada en los quehaceres agrícolas; al mismo tiempo, se van sucediendo las fiestas de esta temporada, tales como la Semana Santa, Santa Cruz, San Antonio, Corpus Christi y San Juan.
Doña Constantina ha ido preparando el tejido de dos cinta llicllas y las dos piscas que el capitán llevará como emblema en el día central de la fiesta. Tanto la pisca como la cinta lliclla pueden proceder también de obsequio de parte de cuñadas, hermanas carnales y espirituales, sobrinas, primas, etc. pero casi nunca se sabe hasta el momento de la fiesta en que lo obsequian.
También, en estos meses el capitán tiene que contratar una banda de músicos de buena reputación de uno de los pueblos vecinos. Durante el contrato, el interesado (capitán) le pone a disposición una botella de cañazo, y el músico como prueba de dominio de nota musical, interpreta la tonada de la fiesta y huaynos, luego recién formalizan el contrato. El costo es negociable, esto casi nunca conduce a la ruptura del entendimiento.
Hay dos personajes importantes para el desarrollo de la fiesta que debe ser asegurados anticipadamente; ellos son el despensero y el ama de cocina. Deben ser ágiles, responsables y conocedores del oficio; por eso son muy solicitados. El interesado va con el angoso para pedirle sus servicios. Una vez que acepta desempeñar dicho cargo, el trato del pago ya es un acuerdo común, generalmente no es problemático. Parece que el angoso tiene más fuerza que la firma o multas de los contratos de los negocios en el occidente.
El dinero es necesario para la compra de productos no producidos en la comunidad y que son imprescindibles para la fiesta. Cuenta don Erasmo, “Desde hace varios días estuve preocupado de conseguir el dinero para ir de compras a Cotahuasi. En esos días me encontré con don Jorge, quien se desempeñaba como Oyloalcaleyacu, me preguntó de cómo iban los preparativos y cuándo iba por el cañazo; traté de esquivar a la pregunta, pero él se adelantó con otra: “¿Tal vez te falta dinero?”; tuve que decir sí. Sin dejarme hablar más, me invitó acercarme con mi esposa en la tarde a su casa. Así lo hicimos, nos recibió con su esposa, a quien le dijo, “Doña Elvira, tienes algo de dinero guardado, hay que darle a don Erasmo. Al que está de cargo siempre le hace falta”. Siguió comentando don Jorge, “¡Caray! Ayer soñé doña Matiaza había venido a suplicarme dinero; estuve pensando ¿qué será?; pero ahora veo que era ispaña(2)”. Y así nos prestó. Más y más íbamos comprendiendo que esta fiesta del agua tiene también sus correspondencias y nos acompañan como los santos -nos dice doña Constantina-”.
Con el dinero conseguido -cuenta don Erasmo y doña Constantina- fuimos de compras a Cotahuasi. Trajimos aceite, cañazo, azúcar, arroz, especias y otros requerimientos para la fiesta. Para ese entonces, sólo faltaban escasos ocho días, las preocupaciones de las familias afectivas empezaron a acrecentarse, y ni siquiera se había molido la pólvora.
Suplicamos a los moledores de pólvora y asimismo, rápidamente distribuimos el maíz para el preparado de la chicha, a todas las familias que se iban ofreciendo ayudarnos.
Para el molido de la pólvora el carguyoq angosa a quienes conocen el oficio, y lo hacen sin pago alguno. Para este caso, don Erasmo contó con tres personas. La madrugada de aquel día se instalaron en el corredor de la casa. Luego del aculliy cada uno se sentó en el suelo, rodeando con sus extremidades el batán de uso exclusivo para estos menesteres. Un moledor, durante todo el día, prepara sólo una onza de pólvora; valiéndose de una pequeña balanza de pesas, determina la proporción exacta de carbón, azufre y salitre, muele con mucha paciencia hasta convertirlo en polvo fino, éste lo humedece con orine utilizando como isopo ramillas de ortiga.
Durante el trabajo el carguyoq siempre va sirviendo copa de cañazo y chicha. Con las primeras copas tinkan a Fuyusqa, Hiskaqi e incluso van nombrando también a los santos católicos y las almas benditas de sus difuntos. Las familias que desean hacer tinka también llegan portando su cañazo y sirven a todos los presentes empezando por el carguyoq. Conforme van moliendo de cuchara en cuchara, van tendiendo al sol los pequeños grumos de pólvora fresca en capas delgadas. Algunas familias pueden venir con almuerzo que apertura o devuelve un ayni. Al atardecer, hacen la prueba explosiva de la pólvora; cuando revienta con el sonido característico, quiere decir la pólvora está bien hecha. A esto se cierne las tinkas familiares, consideran que todo va bien, esto indicaría que todos están de acuerdo y han ayudado.
Si no, se logra una buena pólvora (la prueba lo dice) puede ser mal augurio, más que la falla en la elección de reactivos y procedimiento. Las fallas en estos últimos es rápida y tempranamente detectadas y posibilitan los cambios respectivos. La pólvora se hace dentro del contexto sacralizado; así, para el isopo no se puede utilizar una ramilla de cualquier hierba, sino tiene que ser de ortiga. Esta protege del ayacha, por eso es componente de otros muchos rituales andinos. La forma de cómo se conceptúa esta molienda de pólvora, da la sensación de que en todo momento están presentes el bien y el mal. Este es consecuencia de hacer las cosas improcedentes en su contexto, y el bien de los resultados es manifestación de que todos están de acuerdo.
Durante el desarrollo de la fiesta hay un maestro camaretero con su ayudante, quienes se encargan de usar la pólvora para producir explosiones artificiales con las camaretas. Ellos son asegurados con anterioridad por el carguyoq. Las explosiones de la camareta no son a cualquier rato ni a cada instante, sino más bien está ligado a determinados momentos que dichos maestros conocen perfectamente.
“Una mañana de los días próximos a la fiesta -cuenta don Erasmo- vino a mi casa mi cuñado don Máximo, y se ofreció encabezar la comitiva a Fuyusqa; en reciprocidad yo haría lo mismo cuando él esté de cargo. Pero ir ese día como representante a Fuyusqa es como sacerdote que va a la iglesia a celebrar la misa más solemne”.
COMIENZA LA FIESTA
En la mañana del día domingo el carguyoq hace entrega de la despensa y cocina con provisiones y servicios para la fiesta, al despensero y a la ama de cocina respectivamente. Ellos dispondrán de todo lo necesario conforme se desarrolle la fiesta. El despensero, además de administrar la despensa y servicios, es el edecán del carguyoq, siempre está a su lado para servir la copa de cañazo para que brinde con quien quiera; y además, en la fiesta está dando a todos la chicha y el cañazo.
Al atardecer de este día los músicos anuncian su llegada en diferentes entradas del pueblo (de acuerdo a su procedencia), son grupos que van llegando para los capitanes de los tres ayllus. Cada carguyoq manda una comisión de recepción portando chicha, junto con ellos ingresa los músicos al pueblo tocando marchas.
Los músicos en la casa se sirven una cena temprana; y al anochecer inician la música tinkay. La corneta mayor procede a tender la lliclla y sobre esto ponen todos los instrumentos musicales, la bandera nacional que, previamente alistó el carguyoq, lo ubica junto a la mesa instrumental. El despensero le dota a cada músico de un cuarto de cañazo. El corneta mayor frente a la mesa instrumental con la cabeza descubierta se pone de rodillas sobre una extremidad, sosteniendo con su mano izquierda una copa de cañazo, los dedos índice y pulgar de la mano derecha va tocando ligeramente la superficie del líquido de la copa y rosea al aire orientando los dedos a la posición geográfica de los diferentes urqumamas de la región, cuyos nombres va nombrando en voz muy baja y por cada uno rosea con los dedos el trago, esto es que está saludando a todos los cerros deidades, los santos católicos del pueblo, y como si en este encuentro todos ellos estuvieran presentes, pide permiso para conducir esta gran responsabilidad, luego del trago que queda en la copa, echa unas gotas a la bandera y a cada instrumento, y el sobrante lo bebe él, y si no alcanza puede servir otra copa. Lo propio hacen cada uno de los miembros de la banda de música; entre tanto el corneta mayor prepara su chafchu de incienso sobre la brasa de un cigarrillo o sobre brasa de carbón y pone en la mesa instrumental, cuya sacralidad se ha densificado. A este acto va sumándose las familias del maysu (capitán) que vienen con su cañazo a manifestar su afecto en la música tinkay, esto puede prolongarse conforme van llegando más familias que empiezan a animar a todos los presentes y van dándose las condiciones para salir al plaza ganay. Mientras se suceden las tinkas, el corneta mayor disimuladamente abandona la mesa y se dirige hacia la calle, llevando algún “secreto” que ellos disponen para no ser vencidos por otros contrincantes en esta plaza ganay.
Alrededor de las nueve de la noche, salen a ganar la plaza, adelante va el portabandera (un adolescente o adulto de la familia) batiendo el emblema hacia los horizontes, le sigue el corneta mayor, a él su comitiva de música interpretando marchas alegres, detrás de ellos va el capitán y su esposa a quienes les siguen las familias ocupando todo el ancho de la calle, avanzan con vítores, silbidos y otros entonando el wijujo.
Siempre la calle se recorre por la derecha y se detienen en cada esquina para los brindis. Así llegan a la iglesia a cuyo saguán del patio ingresan con repiques de campanas y camaretazos. Ya estando en la puerta de la iglesia calman los vítores, y los músicos se descubren la cabeza, igual lo hace el capitán, e interpretan la tonada del señor de la Exaltación, patrono del pueblo, y las marchas de Santa Rosa de Lima, seguidamente interpreta la tonada del capitán de yarqa haspi. Luego se retiran también con repiques de campanas y se instalan en la esquina de la plaza que da hacia el saguán de la iglesia; aquí tocan diversos huaynos bailables a cuyo compás bailan las familias acompañantes, con los ánimos de copas de cañazo puede prolongarse hasta media noche; pero el despensero es quien exige el retorno a casa para descansar y estar predispuesto para el trabajo del siguiente día. Esta misma noche, a cargo de la ama de cocina, se están cocinando cuyes, tortillas, arepas, chuño y otros alimentos para el mastay del siguiente día central.
El día lunes, día central, muy de madrugada ya está listo el almuerzo. Los músicos se dirigen con el representante del capitán a la casa del Juez de Aguas para merecer el alfacoca, que son multas por concepto de uso no autorizado de agua generalmente para riego de alfalfa. El Juez de Aguas, luego de recibir las alabanzas de la música les reciproca con una botella de cañazo. Seguidamente se dirigen a la iglesia para pedir licencia y proceder el largo viaje hacia la bocatoma y los “ojos” de agua de Oylo.
Entre tanto el teniente y el alcaleagua están convocando para la faena tocando el pito (flautín) desde la torre de iglesia, recorren también de casa en casa para reforzar la convocatoria, para recoger las multas de los inasistentes en cigarro, cañazo o coca equivalentes a un jornal, y también para distribuir los faenantes en dos grupos: uno de ellos para iniciar de la bocatoma y otro de Tacapu con dirección arriba.
En la casa el representante del capitán para la comitiva de Fuyusqa prepara tres chafchus del siguiente modo: sobre el qoqomi seco de maíz pone un puñadito de granos partidos de maíz blanco, otro puñado de tocasqa huayta (restos de flor de clavel y romero secos, utilizados para los santos católicos en la iglesia), un pedacito de pichuwira de llama, unas hojas de coca y una cucharadita de incienso. Dos de estos chafchus, una botella de cañazo, media onza de hoja de coca y ramillete de clavel envuelve en su lliclla para llevar a Fuyusqa, y un chafchu queda para llevar a la bocatoma de Hiskaqi. El capitán le pone de kaihui una cinta lliclla y le prende una pisca en la mano, rogándole que cumpla con el deber. Esta comitiva formado además por el corneta mayor, el pistonero y el tamboritero. Toda la comitiva parte muy temprano con dirección directa a Fuyusqa.
Cuando el sol de la mañana está tendiéndose por el pueblo, el capitán portando su emblema de cinta lliclla y pisca emprende su caminata hacia Hiskaqi con todos sus acompañantes y sus músicos entonando marchas. En qalacruz, a la salida del pueblo, hace su despacho hasta donde acompañan sus familiares. Aquí son despedidos con chicha y cañazo como que si emprendieran un viaje largo, les desean éxitos y feliz retorno como si fueran a traer algo o alguien importante. Además, le acompañan la mitad de los faenantes asignados al “ojo” de agua. Luego de un rato, también el huray capitán emprende su salida acompañado de la otra mitad de los faenantes hacia Tacapu, desde donde empezarán la limpieza del canal con dirección río arriba.
A las dos horas de haber salido del pueblo la pequeña comitiva ha arribado a Fuyusqa, de donde están brotando alrededor de treinta ojos de agua conformantes de Oyloyacu. La comitiva llega como a un templo donde todo movimiento es con respeto. La música saluda con el tono de “arriba, arriba siempre arriba…”. El representante del capitán toma el kipi que contiene el chafchu y otras parafernalias, y lo pone sobre el suelo, donde año tras año se tiende esta mesa sagrada, orientando su posición hacia nor-oriente. Procede a juntar restos secos de tallos de taya y tola (plantas herbáceas nativas) y prepara la brasa. Se descubre la cabeza y abre el kipi con mucha delicadeza, pone en orden todos sus elementos e inicia el tinkay con copa de cañazo, él va sirviéndoles también a cada uno de sus acompañantes quienes hacen el acto ritual. Luego procede a plantar el ramillete de clavel en alguna partecita de la tierra húmeda; seguidamente toma los dos chafchus, se arrodilla sobre una extremidad y aproximando a sus labios expresa en susurro algunas palabras, como por ejemplo: “reciba esta comida urqumama Fuyusqa…”, y lo pone sobre la brasa candente; mientras va consumiéndose completa el tinkay con copas de cañazo que rocía a sus laterales. De esta brasa se desprende un humo suave conforme va consumiéndose el chafchu hasta quedar sólo cenizas. Finalmente, los acompañantes se van a colectar huamanripa y fonoca, hierbas medicinales que crecen en la zona, que llevarán consigo como muestra de haber llegado a Fuyusqa y distribuirán a los faenantes en la reunión de Merendana. Así inician su retorno con la música que entona el tono típico de la fiesta del agua.
Entre tanto, el capitán y los faenantes también han arribado a la bocatoma principal de Hiskaqi, los músicos entonan el saludo con la tonada de “arriba, arriba siempre arriba…” (tono de izamiento militar de la bandera) y todos los presentes permanecen en el siguiente orden: a la cabeza el capitán, le sigue el teniente, el alcaleagua y los faenadores quienes portan sus herramientas y una botella de cañazo cada uno para hacer su tinka. Luego del saludo, el portabandera planta el emblema nacional al pie de una pequeña roca y también el capitán u otra persona nombrada por él procede a ofrendar el ramillete de clavel y el chafchu en forma muy similar a lo que hacen en Fuyusqa. El capitán inicia el tinkay, le sigue el teniente, el alcaleagua y cada uno de los presentes. Concluido el momento más sagrado, el teniente distribuye la coca, el cigarro y el cañazo colectados de las multas de los inasistentes mencionando sus nombres. Igualmente, el despensero del capitán distribuye su copa de cañazo. Todos acullin y entre dos o tres de los sentados van comentando hechos pasados relacionados con esta fiesta, otros grupos bromean mientras acullin. Bajo el encabezamiento del teniente, en coordinación con el alcaleagua, se inicia la faena de limpieza del canal; el capitán de yarqa acompañado de su música avanza junto a los faenantes, interpretando la tonada de yarqa haspi.
Así llegan al lugar denominado Chakiqocha, donde descansan bajo la convocatoria del teniente. Nuevamente acullin la coca, que el teniente distribuye además del cigarro, copas de cañazo, producto de las multas de los inasistentes. En este descanso espontáneamente va naciendo las propuestas del nuevo capitán y alcaleagua; entre los sentados próximos dialogan mencionando nombres y argumentando las razones de por qué debe ser aquella u otra persona, así en cada grupo van y vienen nombres, hasta que las opciones se van reduciendo conforme la discusión va llevando a la concordia; como una aclamación fluyen de todos los lados los nombres de dos personas, uno para cada cargo respectivo. En este momento el teniente argumenta las razones de las propuestas y lo oficializa como acuerdo preliminar de los ñahuin faenaq.
A la orden del teniente se reinicia la faena con el mismo ritmo y alegría anterior, así llegan hasta el lugar llamado Millo que está a la cabecera de Merendanapampa.
Lo propio lo hacen los faenantes de abajo, en Ayacco hacen el samay y deciden las nuevas propuestas para los cargos de uray capitán y alcale-agua. Luego continúan con la faena con dirección al encuentro con los ñahuin feanaq.
Tanto los faenantes de arriba como los faenantes de abajo se encuentran en la cabecera de Merendanapampa. Los de arriba traen adornos de ramillete de huaylla al cinto del sombrero; y los de abajo traen flores de qantu y tenteruma. También a este punto convergen la comitiva de Fuyusqa, quienes portan adornos de ramilletes de huamanripa y fonoca.
El teniente da apertura al rimanacuy o asamblea. Esta dura alrededor de dos horas. Tanto el teniente así como el alcaleagua informan, a manera de memoria, todas las actividades realizadas en la crianza del agua durante el periodo que termina. Seguidamente nombran a los nuevos y definitivos capitanes y alcaleagua, quienes se encargarán de organizar la fiesta y cuidar el agua respectivamente, a esto se cierne los vítores, euforias, abrazos y brindis en una alegría sin igual. Concluido este acto, el teniente recién procede a llamar lista de asistencia y declara terminada la faena. Muchos faenantes inmediatamente emprenden el retorno a sus casas, otros que desean o familiares del capitán y autoridades se quedan para participar en la merienda.
A partir de las once hasta la una de la tarde, salen del pueblo rumbo a Merendanapampa, decenas de señoras cargando sobre sus espaldas, en ollas y huerjes de arcilla, los ricos potajes típicos de esta fiesta: cuyes a la brasa, tortilla de harina de maíz o trigo, arepas, guiso de olluco y chuño, papa entera rebozada con aderezos y arroz graneado. Y de la casa del capitán sale caravanas de cargas de potajes en burros, la cual es liderado por la esposa del capitán y la ama de cocina que es la responsable administrativa. Asimismo, este día en todos los hogares se preparan esta típica comida para servirse en familia.
En la pampa de Merendana (estimada como distancia media entre la bocatoma de Hiskaqi y Tacapu) se instalan las convidantes al lado de los paquetes de comida que permanecen envueltas en llicllas y hapachas multicolores.
Doña Constantina dice: “Aquel año que pasamos el cargo, nosotros pusimos comisiones de recepción al mastay en las dos salidas del camino grande, quienes no dejaron salir a los faenantes para que todos participen en el mastay”.
En el punto tradicional de Merendanapampa, los capitanes se sientan en los asientos de piedra, a su derecha se ubica el teniente seguido de los varayoq, y a su izquierda el alcaleagua (algunas veces los capitanes pueden llamar a sus familiares varones a ubicarse a su lado). Alrededor de ellos la comuna faenante se va disponiendo de tal manera que las autoridades ocupan la posición central.
La esposa del capitán procede a estirar la lliclla al pie de los convidados principales, y sobre esta lliclla tiende un mantel blanco, en el cual derrama tostado de maíz a manera de río. Seguidamente en un par de platos grandes y hondos de arcilla, la esposa del capitán sirve el sabroso guiso de olluco y chuño, adornado de papa entera rebozada, tortilla, arepa y cuy; el capitán le recibe correspondiéndole con un abrazo de agradecimiento. Luego sirve la esposa del alcaleagua, continúa la esposa del teniente y de los varayoq a sus respectivos esposos. Recién las familias que vienen en retribución o en apertura de ayni sirven a sus correspondientes convidados. Los comuneros faenantes reciben platos de comida, además del capitán, de otras familias.
Si tanto el capitán así como su esposa han cultivado reciprocidad, aquél recibirá decenas de platos colmados de la típica comida. Así hubo casos en que un capitán ha tenido más de sesenta invitantes. Como se imaginará, cientos de platos están en la mesa. El capitán, además de servirse, distribuye de sus platos a todas aquellas personas a quienes estima, a sus músicos que no dejan de bromear, les asigna a cada uno un cuye entero acompañado del guiso combinado, quienes reciben con bastante agradecimiento y dirán “nuestro maysu tiene el corazón en todo el pueblo” como expresión de admiración del número de convidantes. Lo propio hacen el teniente, el alcale-agua y los varayoq, pero con menor intensidad que el capitán. Entre tanto, los convidantes hacen intercambio entre cruzado de platos. El mastay es una merienda que refleja abundancia.
Luego de concluida la ceremonia de comida, el capitán posa a servir una copa de cañazo a todas las señoras que le han convidado; mientras tanto la ama de cocina recoge los platos de comida, reclasificando a diferentes ollas, según se trate del tipo de guiso, que será empaquetado y transportado a la casa del capitán.
El capitán ordena a sus músicos interpretar la tonada del yarqa haspi, quienes prolongan a ritmos de huaynos bailables a fin de que su maysu haga bailar a todas las que le han convidado.
Luego se inicia el retorno, decenas de personas se adelantan en grupos y muchos otros vienen junto al capitán para acompañarlo. Desde este momento la esposa del capitán lidera el canto de yarqa haspi, secundado por algunas familias como hermanas, cuñadas o comadres. Igualmente canta la esposa del teniente quien, junto con su esposo, irá delante del capitán como guiando, o como que traen a alguien importante. Así se inicia la alegre caminata de retorno. El canto expresa en sus versos la presencia de una invitada de honor, el agua, y dice así:
Hiskaqi niñatacham pusacamuchjani
tantar kichjaschallay
cocay kintuchahuan chuqa chuqaycuspa
amapola huaytaschallay
tantar kichjaschallay.
Fuyusqa niñachatam apacamuchjani
amapola huaytaschallay
clavel huaytachahuan chuqa chuqaycuspa
tantar kichjaschallay
amapola huaytaschallay.
Hiskaqi niñachatam apacamuchjani
tantar kichjaschallay
Oylopampachapi llipipiycunanpaq
amapola huaytaschallay
tantar kichjaschallay.
Fuyusqa niñachatam pusacamuchjani
amapola huaytaschallay
para tu patachapi chutaricunanpaq
tantar kichjaschallay
amapola huaytaschallay.
Kimsan ayllup venantam apaycamuchjani
clavelina huaytaschallay
huertallan, huallpallan ufyaicunanpaq
churillan ufyaicunanpaq
clavelina huaytaschallay
morado sisaschallay.
Compadre comadrillay qachuaricusunchij
amapola huaytaschallay
alfapampa patachapi paratu kinraychapi
tantar kichjaschallay
amapola huaytaschallay.
Apamunichum icha manachum
tantar kichjaschallay
Hiskaqi niñachata Fuyusqa niñachata
clavelina huaytaschallay
morado sisaschallay.
Hacuya ayllullay hacuya huakinllay
amapola huaytaschallay
compañaycuhuayco puriycaysihuayco
tantar kichjaschallay
amapola huaytaschallay.
(La comadre encabeza el canto con el siguiente verso):
Comadre compadrillay ufyaicullasun
amapola huaytaschallay
huata huata huaqasqanchijta chayta yuyarispa
tantar kichjaschallay
amapola huaytaschallay.
Ñasi ruhuaruniña llaqta qahuarinanpaq
clavelina huaytaschallay
pipascha allinta asuan ruhuallanqa
clavelina huaytaschallay
morado sisaschallay.
La traducción de estos versos al castellano expresa lo siguiente:
A la niña de Hiskaqi me estoy trayendo
flor de amapola
tirándole cada vez con cocay quinto
flor de amapola
espina de tantar.
A la niña de Fuyusqa me estoy trayendo
flor de amapola
tirándole cada vez con flor de clavel
espina de tantar
flor de amapola.
A la niña de Hiskaqi me estoy trayendo
espina de tantar
para que en Oyolopampa brille
flor de amapola
espina de tantar.
A la niña de Fuyusqa me estoy trayendo
flor de amapola
para que en Paratu se ensanche
espina de tantar
flor de amapola.
Comadre compadre giremos
flor de amapola
en alfapata en la ladera de Paratu
espina de tantar
flor de amapola.
He traído o no
espina de tantar
a la niña de Hiskaqi, a la niña de Fuyusqa
flor de clavel
de pétalos morados.
Vamos familia, vamos hermano
flor de amapola
acompáñenme caminemos
espina de tantar
flor de amapola.
La vena de los tres ayllus estoy trayendo
flor de clavelina
para que sus huertas, sus gallinas e hijos tomen y crezcan
flor de clavelina
de pétalos morados.
El canto que encabeza la comadre expresa lo siguiente:
Compadre comadre bebamos
flor de amapola
recordando los sufrimientos de año tras año
espina de tantar
flor de amapola.
Ahora ya he hecho, ahora ya ha visto el pueblo
flor de clavelina
tal vez otros hagan mejor
flor de clavelina
de pétalos morados.
Sobre estos versos van poniendo variantes, pero todos giran alrededor del motivo: la yacumama, una niña a quien están trayendo con todo cariño. De cuando en cuando el capitán o el compadre del capitán y las familias femeninas acompañantes.
La esposa del teniente trae al capitán y al gobernador (si está presente) cantándole y angosándole cada vez. Da la impresión que el capitán simboliza al agua o se alaba a alguien que honorifica al agua. Cuando están próximos a Ayacco el teniente se adelanta y ataja en este lugar a todos los acompañantes; también el capitán y su esposa ruegan a todos con dulces palabras para que no les abandonen. Hay brindis del capitán con sus familias espirituales y genealógicos, de rodillas brinda el cañazo con uno y otro; luego su despensero iguala una copa a todos los presentes. Entre tanto los músicos interpretan la tonada de yarqa haspi, prolongando a huaynos alegres, que los presentes bailan formando rondas.
Nuevamente reemprenden el retorno, se va apagando la luz del día, y el crepuscular del atardecer se acentúa. Algunos faenantes vienen prendiendo fuego, como expresión de alegría, sobre pequeños montes secos y cactáceas. Es fiesta, todos están alegres. Así, al son de cantos de yarqa capitán llegan a Tacapu.
En Tacapu nuevamente paran, desde aquí se divisa las luces y se escucha la música de los capitanes de Achumani y Pumatambo, que también están retornando para arribar a los pueblos próximos o pasados la media noche. Luego de los brindis respectivos, reinician el descenso al pueblo entre cantos, vítores y wijujos.
Entran al pueblo por Huarhuacalle (siempre por la derecha). El capitán acompaña con su música al teniente hasta su casa, igual hace con el alcaleagua y recién se dirige a su casa. Aquí le están esperando otros convidantes para el mastay, el capitán junto con su esposa reciben los platos, luego agradecen con una copa de cañazo e invitándoles a bailar. Así concluye el día central.
CURACIÓN DE CABEZA
El siguiente día martes muy temprano, los primeros en levantarse son los músicos, quienes se dirigen al dormitorio del capitán, ingresando con su venia, manifiestan su preocupación de que en algo se haya procedido mal en el día anterior, o de los malos comportamientos y excesos que pudo suceder, y, de acuerdo a eso, para promover o no su enmienda. Luego solicitan al despensero una botella de cañazo para preparar el “quemado” que consiste en mezclar azúcar derretido a la brasa con cañazo hirviendo. Con esto cura la cabeza de su maysu (hacen brindis) y van conversando de todo lo que tienen que hacer durante el día.
Cuando los rayos del sol está prolongándose por las alturas del pueblo, la comitiva de música va en comisión a la casa de todas aquellas personas que hicieron el mastay al capitán, para invitarlos a la casa de su maysu quien solicita su amable presencia para la cura de cabeza. La comadre es alguien especial a quien hay que traer con bastante ruego; ante esta invitación, la comadre responde con la promesa de acercarse luego; aquí la comisión a manera de juego, exige que le garantice con alguna prenda que pueda portar como testimonio de haber cumplido con tan delicado encargo de su maysu. Muchas veces la comadre garantiza su pronta asistencia, otorgándoles como prenda cualquier utensilio de la casa, por ejemplo una lliclla o poncho de su esposo, el cual llevan y lo depositan en la mesa del capitán. A pesar de esta prenda, la comadre muchas veces no se hace presente; entonces la comisión va con fuerza y no regresa sino es junto con ella. Así la comisión se va desplazando por la casa de todos los convidantes, quienes poco a poco se van haciendo presentes. En esta cura de cabeza el capitán retribuye con ponche de maní y brindis de cañazo. Igualmente, algunos familiares vienen a curar la cabeza del capitán con té macho y cañazo. La música va entonando la melodía del yarqa haspi alternando con huaynos bailables.
Alrededor de las diez de la mañana, la ama de cocina en coordinación con el despensero disponen el patio lateral de la casa para instalar peroles de cobre y ollas de gran volumen para el convido del capitán. Aquellas familias que estiman al capitán se comprometen con un perol u olla de almuerzo para el día, y también se instalan los peroles de almuerzo del carguyoq.
Entre tanto el capitán y todos sus acompañantes salen a la plaza principal donde permanecen brindando cañazo y bailando variados huaynos y marineras antiguas. Pasado el medio día vuelven a la casa, el capitán carguyoq convida el almuerzo a todos los presentes.
EL DESPACHO
El día miércoles se realiza la pequeña cura de cabeza. También el capitán y sus músicos hacen su despacho. Para ello son invitados por las familias del capitán a visitar sus casas. Aquí les ofrece el kaihui, consistente en pequeños enseres como platos y porongitos de arcilla, cajas de fósforo, barras de jabón, cortes de tela, etc. El kaihui de mayor valor monetario cada uno de sus músicos. Así recorrerán a cuanta casa hayan sido invitados.
Pasado el medio día, luego del almuerzo, se inicia el preparativo para salir de despacho. Sus kaihuis recibidos los llevan prendidos a su espalda. El despensero barre el dormitorio de los músicos y pone en sus respectivas llicllas un poco de esta tierra basura para que no dejen sus qaiqas.
Primero se dirigen a la iglesia, en cuya puerta los músicos organizan el perdón recíproco. El líder de los músicos llama al capitán de cargo, ambos se ponen de rodillas y se presentan el mutuo perdón ante Dios de cualquier percance que se haya cometido. Y así proceden con todos los familiares cercanos, quienes entrecruzan el perdón mutuo.
Luego se dirigen a Qotqa que está a la salida del pueblo, cuyo gran camino conduce a otros pueblos más alejados, como es la capital de Lima por ejemplo. Los músicos van entonando la tonada de yarqa haspi hasta Qotqa, pero luego de arribar cambian el tono a huaynos cuyos versos anuncian el adiós. Entre tanto el despensero organiza el soray, para esto tiende en el suelo un pañuelo especial, sobre el cual deposita un puñado de coca; invita al capitán, quien se acerca quitándose el sombrero y poniéndose de rodillas procede a llamar y a distribuir una pequeñísima porción a cada uno de los presentes. Lo propio lo hace el despensero con cada uno de los familiares asistentes. Al final, los músicos son invitados a hacer su sora, pero ellos lo convierten en acto de tinte alegre. Se ponen a ver la suerte, tirando la coca anuncian resultados en voz fuerte, como por ejemplo: “¡Oh colega! vaya suerte que tienes, tu esposa te espera con látigo en mano. Ya se enteró de tu mal comportamiento”. Al oscurecer emprenden el retorno con músicas de huaynos. Ya no vuelven a tocar la tonada del yarqa haspi.
LA PARTIDA
El día jueves de la madrugada los músicos se sirven un almuerzo ligero y parten a sus lugares de origen o a cumplir compromisos que tienen en otros pueblos.
Durante el día, tanto el despensero como la ama de cocina hacen entrega de los enseres que recibieron para el desarrollo de la fiesta. Aquellos víveres que hayan sobrado, la esposa del capitán les distribuye a cada uno en igual proporción. Además les pone una botella de cañazo y su pago respectivo. Con esto preparan sus equipajes y retornan a sus casas cada uno, acompañados por el capitán y sus familias. Al llegar a su casa, tanto el despensero como la ama de cocina agradecen brindando con el cañazo que recibieron.
Así termina el cargo de yarqa haspi, que año tras año se mantiene con espíritu renovado en sus propias matrices de siempre.
INICIA SU LABOR EL ALCALEAGUA
A los pocos días de finalizada la fiesta del agua, el alcale-agua inicia su labor.
El primer día muy de madrugada pone en su lliclla la pisca de coca, un cuarto de botella de cañazo y un ramillete clavel, portando en la espalda y con la vara en su mano, parte con dirección a Hiskaqi, donde se ubica la bocatoma del canal troncal de Oyloyacu, del cual ahora él es responsable.
Al llegar a la bocatoma se encuentra con yacumama, a quien desde lo profundo de sus sentimientos, le saluda y le habla, a manera de susurro, con palabras dulces de encuentro. Con todo respeto apoya la vara a una piedra, descarga su lliclla, u sirve una copa de cañazo. Empieza hacer la tinka invocando al gran Fuyusqa, a Hiskaqi y a otros urqumamas (cerros deidades) importantes de la región, a yacumama, a las almas benditas relevantes de su familia, a los mejores alcaleaguas ya difuntos; luego, inclinando la copa da de beber a la Pachamama-hallpamama y el resto que queda en la copa lo bebe él. En todo momento ruega a todas las deidades ayudarle en esta gran tarea que el pueblo y las mismas deidades le han encomendado. Se compromete actuar con equidad, trabajar con mucho cariño y ahínco. Continúa su diálogo mientras hace un ligero aculliy compartiendo con todas las deidades que están presentes. Desvía todo el agua hacia la bocatoma, y vuelve a brindar una y otra vez, seguidamente poniéndose de pie con su pisca de coca y ramillete de clavel en una mano, portando la vara en otra y su lliclla a la espalda, baila y canta simultáneamente la tonada de yarqa haspi, girando casi en sus propios pasos. Seguidamente toma unos kintos de coca junto con el ramillete de clavel, con aire de desafío, lo tira a la correntada de agua que se desplaza por el canal troncal, y al mismo tiempo emprende su retorno corriendo a fin de ganarle al agua. Así correrá hasta que encuentre el primer desvío del agua hacia alguna chacra, cuyo dueño está regando. Y así, semana a semana hará el reparto de agua, y ambos trabajarán brazo a brazo, semana tras semana sin horario alguno, de tal manera que no se retrasen en el riego y logren las mejores cosechas de maíz.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
CONTRIBUCIÓN AL ENTENDIMIENTO DEL VIVIR CAMPESINO ANDINO
Este relato de la fiesta del capitán yarqa nos revela muchos aspectos del modo de vivir andino.
El modo de vivir en el mundo andino campesino es, de hecho, diametralmente opuesto al modo de vivir occidental. El concepto del “ser viviente” no se limita sólo a lo biológico como es en el occidente; sino por el contrario, todos los componentes del Pachamama son seres vivientes: el agua, los cerros, las almas benditas por ejemplo. Y estos seres vivos tienen carácter de personas, con quienes el hombre andino puede dialogar y reciprocar. A su vez, el agua dialoga con el cerro, con las plantas. Parece que todos dialogan y reciprocan.
El concepto de criar es generalizado a todos los elementos del Pachamama. La chacra nos cría, el agua nos cría, las plantas nos crían; pero a su vez los hombres también criamos. Ciertamente es un mundo de mutua crianza.
En el modo de vivir andino, la sacralidad alcanza a todos los componentes del Pachamama. Y se densifica en su día de fiesta. Lo sagrado no está separado de la fiesta, ambos se dan simultáneamente como eventos únicos e inseparables. La fiesta cultiva el respeto, conduce a la comprensión y perdón de los errores. Es una purificación, pero también es un gozo. Vigoriza el cariño y el respeto multidimensional. Es también criar la estimación y el afecto.
Cuando el alcale-agua dialoga con el cerro-deidad y con el agua para criarse mutuamente, claramente refleja su incompletitud y su equivalencia. Pareciera que para existir se necesitan todos mutuamente. En consecuencia, anula, de plano, la gestación de la injusticia.
Otro aporte importante de este relato es que el agua es inseparable de la tierra. Ambos son personas, pero son indesligables. Esto hará meditar y comprender los desbalances hídricos que estamos causando por la imposición de la modernización.
La armoniosidad no se impone, sino se cría. Y todos los elementos del Pachamama se preocupan de la armoniosidad.
En este modo andino campesino de vivir el mundo, el sueño tiene mucha importancia. A través de él, el futuro se hace presente. En cierta manera, el sueño anula esa separación conceptual de futuro y presente. O, en todo caso, en el mundo andino existe el futuro como previsión pero no como proyecto.
El castigo es un acto potencial que permanentemente está presente. Está íntimamente ligado a criar la responsabilidad. Y las revelaciones del sueño pueden evitarlo.
Con la denominación de huacka se refiere a los manantiales no criados por la comunidad humana; pero, sí, criado por la comunidad de la naturaleza y la comunidad de las deidades, de quienes es el manantial huacka. Si el hombre quiere acceder, debe hacerlo con rituales. Al parecer, hay mucha similitud entre este término y huaca. Pareciera que ambos se refieren a la misma cosa: lugares o entes sagrados.
El trabajo en el modo de vivir andino es un acto permanente de realizar la vida, es el acrecentamiento de la vida, es un gozo.
Definitivamente, esta fiesta es indígena, ya que surgió en ese proceso de criar las aguas huackas. Pero algunos nombres como por ejemplo: capitán y teniente, fueron introducidos por jóvenes campesinos que retornaron del servicio militar republicano. Y casi igual suerte de incorporación tendría la banda de música. El término alcaleagua parece que se gestó durante las reducciones virreinales y los establecimientos de alcaldías.
La pólvora es un elemento occidental cuyo uso secular y propósitos bélicos es reemplazado por su uso sagrado.
GLOSARIO
ALCALEAGUA (Alcaleyacu).- Persona responsable de la administración del agua de riego.
ACULLIY.- Acto de chacchar o coquear las hojas de coca.
ANGOSO.- Acto anticipativo de comprometer a la persona en alguna apertura de reciprocidad.
AYACHA.- Mal o enfermedad causada por acción de los difuntos.
CARGUYOQ.- El quien está de cargo para organizar una fiesta.
CHAFCHU.- Parafernalia andina que se ofrece como comida a los cerros deidades, a la tierra.
CHUCLLADO.- Tinglado con ramas frescas.
CINTA LLICLLA.- Es una manta multicolor de tejido fino, adornado de cintas alrededor del borde.
FAENA.- Trabajo comunal en beneficio de todos.
FUYUSQA.- Nombre de lugar (lugar nublado).
HALLPAMAMA.- Madre tierra (referido a suelo).
HAPACHA.- Pequeña manta con asas en las cuatro esquinas. Las mujeres usan para cargar.
HISKAQI.- Nombre de cerro-deidad.
HUACKA.- Elemento no criado por el hombre.
HUARACA.- Honda para arrojar piedrecillas.
HUERGE.- Cántaro de arcilla, usado para depositar líquidos o alimentos sólidos.
HUAYLLA.- Gramínea andina que participa en los rituales andinos.
ISPAÑA.- Nombre de lugar, relacionado con la sacralidad del agua de riego. Más parece referirse a hispana (goteo).
KAIHUI.- Equipaje que la persona lleva en lliclla a la espalda.
KIPI.- Bulto que se carga a la espalda.
LLAMTA TAQIY.- Arrumar ordenadamente la leña.
LLICLLA.- Manta para cargar equipajes a la espalda.
MAÑANAR.- Tomar una copa de cañazo en la mañana.
MASTAY.- Tender.
MAYSU.- El “patrón”.
NAHUIN FAENAQ.- Los que trabajan del lugar de brote del agua (manantial).
OYLOYACU.- Agua de Oyolo.
PICHUIRA.- Grasa selecta de llama.
PISCA.- Pequeña bolsa de tejido fino multicolor y que sirve para portar la coca.
PLAZA GANAY.- Ganar la plaza.
QAIQA.- Posición de la persona por los espíritus.
QANTU.- Arbusto de cantuta.
QOQOMI.- Cubierta del choclo de maíz.
RUNA.- Persona.
SAMACHIY.- Hacer descansar.
SAMAY.- Descanso.
SISAY.- Florear, espigar, dar brote.
SORAY.- Compartir todos la coca, como los animales el pasto.
SUYOS.- Secciones o regiones.
TAYA.- Planta herbácea aromática y resinosa.
TAYTA.- Padre (paternal).
TINKAY.- Acto sagrado de saludar a los componentes sagrados de la Pachamama.
TOCASQA HUAYTA.- Flores de romero y clavel secos y subproductos de los santos católicos en la iglesia.
TOLA.- Planta herbácea aromática y resinosa.
URQUMAMA.- Cerro-deidad.
VACA RINRI.- Lugar sagrado de la crianza vacuna.
VARAYOQ.- Autoridad comunal que porta la vara.
WIJUJO.- Interjección que indica júbilo.
YACUMAMA.- Agua-deidad.
NOTAS
(1) Al siguiente día, el Juez de Aguas oficializa la juramentación y entrega definitiva de la vara al nuevo alcaleagua.
(2) Ispaña o hispana se refiere al agua de riego de Achumani ayllu que también tiene su fiesta. Parece que el lugar se denomina Ispaña, palabra que derivaría de la distorsión de hispana o chippaña.