Editorial:
La concepción andina
de la crianza de animales y plantas
El concepto andino de tecnología es muy diferente del concepto moderno occidental. El andino, de hoy y de antes, el andino de siempre concibe la tecnología como un saber y una sabiduría, como un “saber criar la vida”. El andino cría la vida – en comunión con la Pachamama, la madre de toda vida – trabajando en la chacra y pastoreando su ganado, construyendo casa y canales de riego, en carnavales y en floreo, en carnear y cocinar, en curar a los enfermos y al clima cuando éste se enferma con exceso de frío o lluvia en mal momento: siempre es consciente de estar criando la vida. Y se deja criar por la vida: la chacra, el ganado, los mensajeros vivos de la pachamama (los bio-indicadores climáticos locales), los sueños, la hoja sagrada, el curso del agua, la ronda del puma y del zorro, todos los elementos vivos de su mundo, toda, toda, toda Vida le enseña a diaria y él se deja enseñar a ser gente, runa, jaque. Así se deja criar por la vida. Esa es su sabiduría: su saber y su tecnología.
Claro está que el saber técnico del andino no rechaza la información de la escuela y la ciencia occidental, pero incluye a la vez una información “secreta”: por los sueños, la coca, los signos y los señaleros de la Pachamama y de los Mallkus o Apus.
La tecnología, el saber trabajar bien, se da en dos niveles: el nivel empírico-positivo (porque es un chacarero experimentado y exitoso) y con la misma importancia se da en el nivel simbólico-religioso (porque no deja atrás las costumbres y las fiestas, los rituales y el pago a la Tierra). Así lo expone el autor de lujo del número 31 de VOLVERÉ, que presenta la temática del saber criar andino en el pastoreo de la alpaca suri, una cariedad de camélicos andinos amenazada de extinción y actualmente en pleno come-back por los pastores quechua de Nuñoa (Puno, Perú).
Porfirio Enriquez Salas expone la concepción andina de la crianza de animales y plantas: y expone que la tecnología agropecuaria andina, que a diferencia de la tecnología occidental, esta conformada por dos dimensiones: la empírica y la simbólica. La dimensión empírica de la tecnología agrícola, está conformada por las prácticas (formas de hacer surcos, usos de la piedra y del suelo, tipos de semillas etc.), instrumentos (chakitaklla y rawk'ana) e infraestructuras agrícolas (canales de riego, pata pata, qucha, waru waru, suqya), que son respetuosas, no violentas ni destructoras de la naturaleza y sus recursos. La tecnología pecuaria andiona considera: sanidad, manejo, pastos y pastoreo, dotación de infraestructura pecuaria (cercos, canales de riego de pastos, bofedales, cobertizos, etc.). Expone que para el andino la crianza de la vida es obra compartida de estos tres: Pachamama – Runa – Sallq’a; que estos tres se crían mutuamente; y que esta crianza exige un trato cariñoso, respetuoso y dialogante. Compara la economía agropecuaria andina de “Crianza de la vida” con el concepto occidental de la economía agropecuaria como “Producir bienes para el mercado”, simple y eficaz. Finalmente relata una experiencia creativa del saber andino en la recuperación de la alpaca de raza suri, llamado “el oro olvidado de los Andes” por su fibra lustrosa, sedosa y brillante; sucede en la Cordillera de Nuñoa, donde canta su illa: “Volveré y seré miles”, citando al procer Tupac Amaru II; efectivamente: aumenta, crece y saca los mejores premios en las ferias agrarias.
Bajo el rubro de la literatura andina y en la misma tonalidad pastoril, VOLVERÉ presenta dos cuentos en el aymara regional de Tarapacá, Chile, con la amablemente autorización de Marcelo Moreira Alcota y Eva Mamani Challapa, recolectores de la colección “JIWASAN KUÑTUNAJSA - Nuestros Cuentos (ed. Iquique, 2008). Juntos se se encargaron también de la traducción en castellano.
LA REDACCIÓN