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Pontificia Universidad Católica del Perú: Boletín de arqueología. Huari y Tiwanaku: modelos vs. evidencias. LIMA - PERÚ: PUCP, 2000, 651 p.
RESUMEN
Es la presentación del III Simposio Internacional de Arqueología PUCP tuvo como título Huari y Tiwanaku. Modelos vs. Evidencias. Presenta artículos acerca de investigaciones recientes
Repensando el Horizonte Medio: el caso de Conchopata, Ayacucho, Perú expresa que el conocimiento del pasado se crea socialmente, en contextos históricos que influyen en la forma en que se entiende e interpreta la información arqueológica. En consecuencia, a medida que los tiempos cambian, los arqueólogos deben estar preparados para modificar su forma de pensar acerca de las culturas prehispánicas. Tanto el periodo cultural denominado Horizonte Medio como el sitio arqueológico de Conchopata, en el valle de Ayacucho, Perú, parecían bien comprendidos hasta el momento; sin embargo, excavaciones recientes han revelado nuevas e inesperadas posibilidades.
Los arqueólogos creían que una nueva ideología religiosa proveniente de Tiwanaku dio comienzo al Horizonte Medio en Conchopata, pero los recientemente definidos templos enforma de «D», que se encuentran asociados con el arte denominado «Tiwanaku», no tienen paralelo en el área de origen de 7-iwanaku en el lago Titicaca,
Conchopata era considerado como un centro deforma irregular y habitado primariamente por especialistas en la elaboración de cerámica, pero las nuevas investigaciones demuestran que gran parte de su núcleo arquitectónico fue bien planificado y circundado por muros perimetrales y que podría haber existido un palacio en él. Se han excavado numerosas ofrendas de cerámica gigante, lo que sugiere que esta cerámica ceremonial podría haber sido usada para preparar y servir bebidas en fiestas organizadas por los antiguos reyes. Varias formas de contextos funerarios han sido identificados, desde estructuras simples, en cavidades en la roca madre, hasta construcciones mortuorias especiales. Finalmente, un conjunto de fechados radiocarbónicos confirma algunas ideas acerca del Horizonte Medio, pero sugieren también que la iconografía Tíwanaku no llegó a Conchopata hasta mediados de su ocupación, cuando una larga tradición de cerámica policroma ya existía en la zona. Aparentemente, Conchopata fue mucho más que un simple receptor de una nueva religión y arte procedentes del altiplano. Por ello, los arqueólogos deben estar preparados para dejar de lado viejas ideas acerca de este complejo y del Horizonte Medio, a medida que emergen interpretaciones más convincentes.
Las industrias líticas en sociedades complejas del Nuevo Mundo han sido estudiadas principalmente en términos de herramientas formales y la producción especializada, mientras que las herramientas sobre lasca y los desechos de talla merecían menos atención. Sin embargo, la mayoría de las colecciones líticas se producen a través de tecnologías expeditivas o de lasca en vez deformas más acabadas. Se ha propuesto que la inversión energética en la producción lítica disminuye cuando se desarrolla la complejidad social. No obstante, las culturas andinas contemporáneas, las que comparten un cuerpo de iconografia religiosa, exhiben una gran variación en la organización de la industria litica. En elpresente trabajo se presentan dos colecciones líticas: de Iwawi, un yacimiento tiwanaku, y de Conchopata, una ciudad huari. Se considera la utilidad de estos ejemplos para entender la organización de la industria lítica en las sociedades complejas andinas y su potencial para entender las tradiciones culturales de Huarí y Tiwanaku. Se concluye que las producciones líticas de Iwawi y Conchopata son poco similares y que una no se puede derivar de la otra.
En muchos aspectos de la cultura material, los tejidos huari y tiwanaku presentan y comparten rasgos . conográficos, pero se distinguen en su construcción y técnicas de manufactura. Los tejidos huari descubiertos en diferentes sitios a lo largo de la costa peruana poseen diseños que los ligan íntimamente al centro de la cultura Tiwanaku, pero también evocan distintas innovaciones iconográficas con respecto a las de este centro. En lo que respecta a los tejidos tiwanaku, sus diseños son mucho más restringidos y presentan una fuerte orientación hacia la iconografía estándar conocida para la escultura en piedra. Ambas culturas crearon una fastuosa vestimenta, la que es muy similar a primera vista, como es el caso de las túnicas en tapiz, los gorros de cuatro puntas, así como los mantos y camisas elaborados en urdimbres y tramas discontinuas, decorados por teñido al negativo. Estos tejidos, sin embargo, fueron hechos de manera diferente, obedeciendo a los patrones culturales establecidos dentro de su esfera de influencia.
Tradicionalmente, en especial en el lado boliviano, se acepta como un hecho el origen altiplánico del aymara. Es más, se ha sostenido que la lengua de Tiahuanaco habría sido ésta. En este trabajo se buscará demostrar, teniendo en cuenta los estudios diacrónicos recientes, que el aymara es una lengua de procedencia centroandina y de ocupación relativamente tardía en el territorio collavino, y que, consecuentemente, mal podría asociársela con el desarrollo y expansión de la civilización tiahuanaquense. Por consiguiente, habrá que pensar en otras alternativas lingüísticas para la zona altiplánica.
La ausencia de almacenaje de gran escala en sitios Huari no apoya la interpretación de Huari como imperio al modelo de los incas. Se señala también que el fenómeno Huari se enfocó en un culto a los ancestros afines del Horizonte Medio ]B. En este trabajo se presentan datos que demuestran que este culto derivó parcialmente del norte del Perú y se revisan los datos de Huamachuco relativos a sus raíces históricosociales. Asimismo, dos formas arquitectónicas huamachuquinas, galerías largas y angostas para espacios domésticos y galpones nichados que servían como ambientes para fiestas en honor de los ancestros, fueron los modelos para la arquitectura ortogonal celular del Horizonte Medio 1B en Huari. Finalmente, y aunque la evidencia no apoya la interpretación de Huari como un estado que se expandió porfuerza militar, Huari jugó un rol crítico en la síntesis y difusión de ideas que resultaron en una profunda reorganización del paisaje social.
Consecutivos proyectos de investigación y rescate arqueológico realizados entre 1997 y 1999 en el área de explotación de la mina Pierina, Callejón de Huaylas, han permitido estudiar un conjunto de asentamientos prehispánicos de diversos periodos cronológicos. En este artículo se pone énfasis en los sitios del Periodo intermedio Temprano y Horizonte Medio, se explica el patrón de asentamiento recuay y cómo fue transformado y absorbido por las fuerzas exógenas Wari que irrumpen en el Callejón de Huaylas alrededor del siglo VI. El sistema de articulación local, sin embargo, persiste y sólo se pueden detectar algunas señales de dominación externa.
Excavaciones arqueológica en chullpas de la época wari en el Callejón de Huaylas ofrecen nuevas e importantes evidencias acerca del patrón funerario de la zona y permiten correlacionar los materiales asociados con la costa de Ancash. Con una evaluación de las investigaciones previas realizadas, los autores proponen la existencia de una unidad sociopolítica entre la costa y sierra de Ancash para la época estudiada.
En este trabajo se presentan las evidencias materiales del Horizonte Medio en la costa central, así como la situación previa a su inicio. Se definen y se discuten conceptos de estilo, su contextualidad espacial en asentamientos y áreas funerarias, para poder llegar a definir identidades sociales y situaciones sociopoliticas que ayuden a entender cambios regionales en un marco mayor Temas principales son el carácter del urbanismo Lima, la reconstitución posterior ejemplificada por Nievería y Pachacamac y las relaciones con la costa norcentral y norte, así como, sobre todo, con la sierra de Lima, como corredor hacia el interior y escenario de una historia dinámica. En el estado actual de conocimientos se tiene la impresión que el impacto huari no necesariamente adopta mecanismos de control directo mediante una colonización agresiva. Por el contrario, se percibe una cierta independencia y la persistencia en el énfasis de identidades locales y regionales en medio de interrelaciones «internacionales» de una complejidad aún poco definida. Se requiere investigaciones más acordes con la problemática específica antes de poder proponer hipótesis alternativas dentro de un contexto mayor.
Las excavaciones en Cerro del Oro, valle de Cañete, han revelado una ocupación constante desde el Periodo Interniedio Temprano. Este gran complejo arqueológico adquiere sus rasgos monumentales desde esta época, pero también evidencia cambios significativos durante la primera época del Horizonte Medio, con la introducción de nuevos patrones culturales. Este informe preliminar trata de identificar estos cambios en la expresión cultural de esta sociedad.
En 1997 se realizaron estudios en el sitio denominado Huaca Malena, valle de Asia, costa sur-central del Perú. Esta es una construcción del Periodo Intermedio Temprano, sobre cuyas plataformas superiores se emplazó un gran cementerio correspondiente a las épocas 2By 3 del Horizonte Medio. Las tumbas intrusivas son de planta circular y contienen varios individuos. Los fardos funerarios reflejan una sociedad estratificada cuyos contextos de elite contienen finísimos tejidos con iconografía wari, que recuerda a la cerámica de los estilos Conchopata y Atarco. Asociados a éstos, igualmente, aparecen tejidos relacionados a otras tradiciones regionales y locales, lo que permite obtener una visión más amplia de las sociedades del Horizonte Medio.
Este trabajo ofrece datos provenientes del valle de Sondondo, provincia de Lucanas, Ayacucho, y de Nasca, de la costa sur, e intenta elucidar la naturaleza de la ocupación wari en cada una de estas regiones. En el Horizonte Medio IB, en el caso de Sondondo, se estableció un sitio de grandes dimensiones, Jincamocco, mientras que en el resto del Horizonte Medio se construyeron tres sitios adicionales, andenes, y se reubicaron pueblos locales. En el caso de Nasca, se estableció el sitio de Pacheco y otro menor llamado Patayara; en el valle superior había dos pequeños cementerios wari con tumbas sobre el suelo. Al parecer, se controlaba el acceso a las terrazas agrícolas y el sistema político local sufrió una reestructuración importante. Se comparan las dos regiones sobre la base de la reorganización política y económica asociada con la presencia wari. Se sugiere que la investigación realizada hasta la fecha indica que la expansión wari fue un fenómeno en gran parte político, con importantes elementos tanto en la esfera económica como en la religiosa.
Excavaciones recientes en el sitio de Conchopata, en el valle de Ayacucho, sugieren que el sector sur de este gran centro urbano puede haber servido, por lo menos durante una fase de su ocupación, como un área residencial artesanal donde se produjo cerámica de elite y doméstica. Los trabajos en este sitio han sacado a luz cientos de herramientas relacionadas con la producción alfarera, incluyendo alisadores, moldes y azadas de andesita de uso múltiple, así como varias áreas de quema de cerámica en forma de pozo o en área abierta ubicadas directamente encima de los pisos y las «ofrendas» del Horizonte Medio.
En este trabajo se analizan la distribución espacial y los contextos de las herramientas utilizadas en la producción alfarera, de las áreas de quema y de las «ofrendas» en espacios arquitectónicos, patios y estructuras en forma de «D». Se concluye que los alfareros de Conchopata vivieron y trabajaron en esta parte del asentamiento, que eran bastante especializados y que, probablemente, pertenecieron a familias que produjeron cerámica para el uso diario y ceremonial en talleres ubicados dentro de sus grandes viviendas o adyacentes a ellas. Esta forma de producción alfarera no comparte rasgos con los modelos tradicionales de organización de la producción, sino que parece reflejar un nuevo tipo de organización de producción andina en el corazón del imperio Huari.
Entre 1995 y 1997, la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga desarrolló labores de recuperación y puesta en valor de diversos monumentos prehispánicos, como en el complejo Huari, donde se excavaron y definieron nuevas evidencias de arquitectura megalítica de carácter funerario, con edificaciones subterráneas de varios niveles, algunas con plantas que evocan figuras de camélidos y cámaras funerarias para personajes de alto rango social. Estas son atribuidas a la época de máximo desarrollo urbano y expansión territorial del imperio Huari, el que dominó los Andes centrales entre los siglos VII y X d. C. Las estructuras en mención expresan un elevado conocimiento de la tecnología constructiva en piedra y probablemente fueron hechas por especialistas ayacuchanos que debieron recibir influencia no sólo de Tiahuanaco, sino también de otras culturas coetáneas de la sierra nor-central peruana.
La parte de notas se ocupa del espacio cronológico de fines del Periodo Intermedio Temprano y, sobre todo, inicios del Horizonte Medio en la costa central. En su conjunto proveen evidencias para revalidar considerablemente la versión «oficial». Por último, Juan B. Leoni ofrece los primeros resultados de un proyecto en Ñawimpuquio que comenzó el año en curso que, a su vez, promete nuevos enfoques acerca del inicio del Horizonte Medio en la zona de Ayacucho.
Finalmente se presenta dos reseñas. La primera se ocupa de un libro reciente, aún poco conocido en este medio, y que es la versión publicada de una tesis doctoral sobre la crónica del discutido cronista Fernando de Montesinos. La relación con el tema central de esta publicación es la posibilidad de que exista un vínculo entre las listas dinásticas y la presencia huari en Ayacucho y, sobre todo, en el Cuzco. Con seguridad, esta atrevida tesis dará lugar a discusiones en el futuro. Sabine P. Hyland presenta el libro de Juha Hiltunen con críticas fundamentadas. La segunda reseña se refiere al voluminoso catálogo de una exposición realizada en Sevilla a principios del 2001, trabajo editado por Luis Millones.
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Roque Roldán Ortega: Manual para la formación en derechos indígenas. Territorios, reccursos naturales y convenios internacionales. QUITO - ECUADOR: Abya-Yala, 2004 283 p.
RESUMEN
El presente trabajo que tiene como objeto despejar las posibilidades jurídicas de acción que poseen los Pueblos Indígenas interesados en el reconocimiento y defensa de sus derechos. El texto esta dividido en dos módulos, que plantean algunas observaciones sobre la forma en que se pueden desarrollar los talleres, con los elementos aportados en cada capítulo.
El primer módulo esta dedicado al tratamiento de la historia, territorialidad y recursos naturales de los indígenas de América Latina.
- En el desarrollo del tema de los Antecedentes Históricos, resulta recomendable detenerse especialmente en el examen de los Antecedentes Republicanos que se identifican con la voluntad reiterada de los Estados, para procurar la acelerada integración de los indígenas a los patrones de vida del resto de los nacionales del país. En materia de derechos territoriales, esa política de los Estados se proyectaba en la disolución de las formas asociativas de tenencia de la tierra y abolición de las formas comunitarias de administración y de gobierno. La revisión de estos antecedentes resulta de interés, porque, pese a los cambios legales operados en la legislación sobre indígenas de la mayoría de los países, aquella vieja voluntad integracionista todavía se proyecta en muchas de las actuaciones de los gobiernos.
- En el tema de las Actuales Políticas sobre Territorialidad Indígena en América Latina y Países Andinos, resultaría conveniente, sobre todo, detenerse en el examen de los lineamientos generales de estas políticas que se dirigen, casi uniformemente, a la aceptación del derecho de los Pueblos y Comunidades Indígenas a la posesión y propiedad de la tierra, como un bien colectivo y a perpetuidad. Sería oportuno ahondar en la razón que presta apoyo a esta tendencia, casi uniforme, y que no es otra que el reconocimiento de las sociedades indígenas como pueblos, un reconocimiento que, aún sin comportar el significado jurídico del Derecho Internacional, tiene un sentido jurídico especial que debe proyectarse en muy diversos ámbitos de la vida indígena.
- En el desarrollo del tema sobre Significado de los Derechos Territoriales por Países, los acápites de propiedad de la tierra y de administración y uso de la misma, merecen en las circunstancias actuales una atención especial. El primero, el de la propiedad, porque con la adopción general de las nuevas políticas económicas de la llamada globalización y sus proyecciones de libertad comercial y apertura del espacio de los países a la libre explotación de los recursos naturales, una corriente de opinión empieza a presionar por la abolición de las medidas que consagran la intangibilidad de las tierras de los pueblos indígenas. El segundo, el de la administración y uso de la tierra, porque, sin duda, el primer factor determinante de la seguridad y estabilidad de las sociedades indígenas en sus espacios de vida, tiene relación con el grado de autonomía de que dispongan para hacer el manejo de sus propios asuntos de comunidad y para definir sus propios planes de vida y mejoramiento.
- En el tema sobre Recursos Naturales Renovables, los asuntos concernientes a la propiedad y al poder de manejo y de uso de tales recursos, continúan manteniendo un muy alto interés en las expectativas de los Pueblos y Comunidades Indígenas. El de la propiedad, pese a los avances conseguidos en el orden constitucional y en la adopción de ordenamientos internacionales, como el Convenio 169 de la OIT, se halla aún indefinido o ha sido caprichosamente definido a favor del Estado, lo cual no deja de representar una contradicción evidente con el propósito reiterado, en ordenamientos constitucionales y planes generales de gobierno, para asegurar la supervivencia de los indígenas como sociedades culturalmente diferenciadas y con autonomía suficiente para el manejo de sus asuntos propios. La cuestión del poder de manejo y uso de estos recursos, también continúa en gran medida como un tema no resuelto desde el punto de vista legal. En un alto porcentaje de los casos conflictivos que se suscitan en esta materia, entre las atribuciones de los Estados y de los Indígenas, por la ausencia de claridad en los ordenamientos, la solución se deja al juicio y entendimiento de las autoridades, no siempre juiciosas y entendidas ni siempre justas en la toma de decisiones. Para muestra de esta realidad, basta tal vez examinar el caso de los indígenas que tienen asentamiento en las llamada Áreas Naturales Protegidas.
- En el desarrollo del tema sobre los Recursos Naturales No Renovables, Conviene ahondar en el aspecto de la administración y uso de estos recursos. Aunque resulta por ahora un hecho irreversible e incuestionable el de la propiedad absoluta y el poder discrecional de uso de estos recursos en cabeza del Estado, ha sido acogido por ahora el principio de la obligatoriedad de respeto a la integridad cultural y so~ cial de estos grupos cuando se intente el aprovechamiento de tales recursos. Este principio apenas empieza a ser traducido en algunas tímidas disposiciones legales y operativas para su aplicación. El examen de estos pequeños avances y de las proyecciones que debería tener el desarrollo justo de aquel principio, resulta ahora una evídente necesidad frente a los problemas que vienen enfrentando numerosos pueblos indígenas en sus confrontaciones con las empresas que aprovechan recursos en sus territorios. Revisar hasta dónde llega el poder de los Estados para disponer de las áreas indígenas otorgando concesiones, y hasta dónde el derecho de los indígenas para objetar estas concesiones; examinar lo que debe entenderse por participación indígena en la toma de decisiones para el manejo y aprovechamiento de estos recursos; reflexionar sobre cómo y en qué medida deben participar los indígenas en los
beneficios de estas actividades; todos estos son asuntos de interés actual y prioritario.
- En el desarrollo del tema de los Medios a Disposición de los Indígenas para la Defensa de sus Derechos Territoriales, debe resaltarse la necesidad de examinar los asuntos relacionados con la solidez de los títulos de propiedad de que disponen los indígenas. Los demás factores de apoyo en la defensa de la tierra son también necesarios y útiles. Sin embargo, el tema de la naturaleza de los títulos de propiedad con los cuales el Estado la entrega, representan el fundamento de las acciones de reclamación de carácter administrativo y jurisdiccional, También es importante destacar que, dada la volubilidad de las políticas de los Estados latinoamericanos, y también de las políticas agrarias, la claridad y solidez de los títulos formales representa un buen elemento de apoyo para ejercer la defensa de la propiedad.
- Conviene detenerse en la revisión de las formas y procedimientos con arreglo a los cuales se incorporan los instrumentos jurídicos internacionales en el orden interno de cada país. Esta revisión tiene que ver, obviamente, con las ritualidades para su adopción, es decir con la expresión de voluntad de los Estados de hacer parte de su legalidad interna estos instrumentos. Pero, sobre todo, resulta necesario exa~ minar los procedimientos de los que se valen los Estados para incorporar estos instrumentos en la práctica interna, en otros términos, cómo aplican tales instrumentos en el manejo de los asuntos relacionados con los indígenas. Una observación que viene al caso se refiere a la tesis, muy f~ecuente entre algunos sectores públicos latinoamericanos, en el sentido de que los Tratados y Convenios internacionales constituyen principios generales de orientación de políticas, pero que no son de forzosa aplicación mientras no se traduzcan en normas nacionales. Así, concluyen, que mientras no se desarrollen en normas nacionales, estos ordenan-úentos no les comprometen.
- Es importante estudiar con especial atención los espacios de reclamación y de atención a las demandas indígenas, abiertos en organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, Unión Europea, DANIDA, Comunidad Andina de Naciones, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, etc.
- También sería de mucha utilidad examinar el inventario de competencias y atribuciones que, para el conocimiento de reclamaciones de los pueblos y comunidades indígenas, han sido señaladas a la Corté Interamericana de Derechos Humanos (CIDA), la naturaleza de sus decisiones y los procedimientos y gestiones de los que deberán hacer uso los pueblos y comunidades indígenas para acudir a este Organismo en la búsqueda de atención a problemas que no hubiesen sido resueltos o atendidos convenientemente en su propio país. Además podría resultar ilustrativo en el estudio de esta materia, la revisión de alguna de las decisiones adoptadas por el nombrado organismo.
El segundo módulo, está dedicado al tratamiento de los derechos indígenas desde la perspectiva internacional, y con este propósito se ocupa de registrar en el primer capítulo la evolución de los organismos y sistemas que fueron surgiendo a través del pasado siglo, alrededor de la defensa de los derechos humanos y la solidaridad entre las naciones. Con estos antecedentes se pasa, en el capítulo segundo, a definir y hacer un recuento de los principales convenios y declaraciones, relacionados directa o indirectamente con las expectativas indígenas, resaltando el papel esencial del Convenio 169 de 1989 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, y la importancia de los proyectos de declaración de derechos de los Pueblos Indígenas que cursan actualmente en la ONU y en la OEA, para luego, en el tercer cap ítulo, abordar el estudio de las instancias que en el campo internacional han abierto a los pueblos indígenas organismos como la Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos y la Organización Internacional del Trabajo; y la forma en que los Estados a través de sus Cartas Políticas han acogido los derechos reconocidos a estos grupos étnicos, en los instrumentos jurídicos internacionales antes señalados. El cuarto tema se extiende a otros organismos interestatales, fuera de los ya mencionados, tales como la Unión Europea, la Comunidad Andina de Naciones y la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, que, al llevar a cabo sus objetivos, se ocupan también de los problemas de los Pueblos Indígenas. Además, se estudian en esté capítulo, las directrices operacionales de agencias de crédito y desarrollo como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, que reflejan las políticas de estas entidades para el manejo de proyectos y programas que puedan afectar a los Pueblos Indígenas, asentados en territorios intervenidos por las actividades que ellas financian. Finaliza este segundo módulo, con una exposición de los principales derechos y garantías reconocidos a las comunidades étnicas en el Convenio 169 de 1989 y en los proyectos universal y arriericano de declaraciones de derechos de los pueblos indígenas, así como una reflexión sobre las consideraciones que fundamentan el reconocimiento de esas prerrogativas.
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María Rostworowski Tovar: Obras completas I. Pachacutec, Inca Yupanqui. LIMA - PERU: Instituto de Estudios Peruanos, 2001, 342 p.
RESUMEN
Las obras completas de María Rostworowski nos permiten presentar sus principales trabajos, en esta oportunidad expresada con el título de Pachacutec. El libro contiene dos partes 1) La confederación cusqueña y 2) la formación del imperio incaico
La confederación cusqueña presenta a los incas después de sus origenes desde el reinado de Manco Capac hasta Yahuar Huacac, describe las luchas con los chancas. Cuyo objetivo de lucha era la posesión de Andahuailas, región rica y de buen temple. Afirma que Pachacutec fue el que salvó a Cuzco de la dominación chanca. Teniendo como consecuencia inmediata la expansión incaica y la formación del imperio. Así también describe la formación de Pachacutec y el reinado de Viracocha además describe al inca Urco y el ataque chanca donde Cusi Yupanqui (Pachacutec) muestra su magnificencia.
La formación del imperio incaico expone, el reinado de Pachacutec inca Yupanqui, la refacción del Coricancha, sus conquistas, la reconstrucción del Cuzco, la organización del imperio, las sucesiones incas y el correinado.. El texto ofrece los más relevantes méritos, por la originalidad y el profundo dominio de las fuentes documentales y escritas de los cronistas, el uso de datos lingüísticos y arqueológicos.