INTRODUCCIÓN:
En el Perú, la migración de las poblaciones indígenas a las ciudades es el fenómeno social más importante del siglo XX, que no es un simple desplazamiento de gente marginada que busca un mejor nivel de vida, sino es un factor de cambio social decisivo que ya está remeciendo las ciudades del país y la capital Lima.
La andinización de las ciudades del Perú, no es solo un desplazamiento demográfico, sino también traslada los elementos culturales andinos a los centros urbanos, cuyo impacto cultural, ya está generando significativos cambios en las estructuras económica, social, política y cultural del país. Frente a ello, la reducida clase dirigente y los tradicionales grupos de poder, al darse cuenta de la eminente andinización, han cambiado de estrategia, ahora utilizan a dirigentes y líderes de extracción andina, para que a través de ellos seguir manipulando y manteniendo sus privilegios.
Frente a la nueva realidad social es indispensable ayudar a descubrir a los andinos su riqueza cultural originaria, sus valores éticos heredados, sus principios filosóficos andinos, para crear conciencia de su identidad cultural y conciencia de su poder y fuerza decisiva en el nuevo contexto nacional. Por ello, en el presente estudio, analizaremos las características del fenómeno de la andinización de las ciudades y el impacto cultural en el desarrollo de la ciudad.
LA ANDINIZACIÓN DE LA CIUDAD
Después de la conquista, los españoles han arrinconado a las poblaciones indígenas a lugares más recónditos. Al mismo tiempo que imponían su cultura, iniciaron la erradicación de idolatrías (que hoy en día se llama: desprecio, desprestigio de la religiosidad andina), destrucción de sistemas administrativos, económicos, políticos, sociales, religiosos y tecnológicos; que en más de cinco siglos no pudieron ser desaparecidos por completo, gracias a la resistencia cultural que demostraron sus herederos hasta hoy.
Por el contrario, en pleno siglo XX se ha producido un fenómeno social opuesto llamado por los antropólogos la andinización del Perú u ocupación indígena de la ciudad, producto del proceso de migración masiva del campo a la ciudad. Lo cual ha sido generado por el excesivo centralismo, abandono y olvido de las comunidades rurales y pueblos del interior país, por parte de los tradicionales grupos de poder económico, las cúpulas políticas y elites sociales, conformado por criollos y mestizos descendientes directos de los extranjeros.
Notables investigadores peruanos de las ciencias sociales coinciden en señalar, que uno de los cambios importantes en la historia y la sociedad peruana de los últimos cien años, constituye la andinización de las ciudades, producto de masivas migraciones del campo a la ciudad. El Historiador Dr. Franklin Pease, interrogado sobre el acontecimiento más trascendental del siglo XX dijo: "Pienso en un hecho de larga duración, que se sigue produciendo. Se trata de la andinización del país. El Perú del fin del siglo XX es un país de todas las sangres reconocidas por todos, un país donde el hombre andino es cada vez menos ajeno, un país en el cual el pensamiento del Dr. Luis Valcárcel estaría cumpliéndose con la eminente sustitución de la "República de Españoles" por la población andina que ya ocupan las ciudades" (Dominical de Comercio 25-7-2000). También José Matos Mar en su libro: Desborde Popular y Crisis del Estado (1988), concibe a Lima como un espacio andinizado, que nace con el proceso de la migración del campo a la ciudad, toma su forma en las invasiones de terrenos y predios, allí se establecen con sus propias costumbres como la ayuda mutua y la faena andina que les permite enfrentar los problemas comunes de la falta de agua, luz, desagüe, asfaltado y otras necesidades.
El crecimiento de la población indígena en el Perú ha variado. Hace un siglo Manuel González Prada creía que la población indígena constituía las nueve décimas partes del Perú. En los años veinte José Carlos Mariátegui asumía que la población indígena era las cuatro quintas partes. Posteriormente, la reforma agraria dada por el General Velazco Alvarado influyó aún más en la masiva migración del campo a la ciudad. Frente al 35,5% de la población urbana y el 64.5% de población rural de 1940, en 1993 los porcentajes fueron de 70.4% de población urbana y 29.6% de población rural. Esto nos demuestra cuantitativamente que las cifras se han invertido. A la fecha de los 26 millones de peruanos las ciudades concentran el 75% de la población total. Este dato nos muestra que el Perú después de ser país predominantemente rural, serrano, indígena y agrario ha pasado a ser una sociedad predominantemente urbano, costeño, mestizo con un agro en crisis y un grado extremo de centralización (Dominical de Comercio 25-7-2000). Tacna no escapa de los grandes cambios demográficos que experimenta el país. Actualmente el 89.7% de la población de nuestro departamento es urbano y sólo el 10.3% constituye la población rural.
Entre las causas de la migración del campo a la ciudad se consideran las deficientes condiciones de existencia, el estado de tenencia de la tierra, el escaso desarrollo tecnológico, el abandono y el olvido de parte de los gobiernos que no se han preocupado de los pueblos del interior del país, y que hacen que exista en la gente pocas expectativas para mejorar sus condiciones socio-económicas y culturales. Para nadie es extraño el hecho que los productos agropecuarios logrados con mucho esfuerzo y dedicación, cuando son llevados a los mercados locales se venden a precios bajísimos sin que el agricultor pueda recuperar el tiempo ni el dinero invertidos en su producción. Otro ejemplo: en cuanto a educación, los campesinos son conscientes del bajo nivel de educación que reciben sus hijos, porque a las provincias y las zonas rurales generalmente se asignan profesores menos competentes. Según Matos Mar (1988), las motivaciones que empujan más a los andinos a migrar son las oportunidades "modernas" que ofrece la ciudad, como educación, salud etc. En un estudio a 56 barriadas de Lima este sociólogo descubrió que los indígenas ven a la ciudad como la fuente de sus más caras aspiraciones.
El efecto del fenómeno social que se analiza no sólo es la masiva migración andina a la ciudad sino principalmente su influencia cultural.
IMPACTO DE LA CULTURA ANDINA
Desde la conquista hasta la actualidad, los pueblos indígenas han sido sometidos a un proceso de dominación cultural, a través de diferentes instituciones educativas, eclesiásticas y políticas; en los centros urbanos y en las comunidades rurales se han impuesto patrones culturales y estilos de vida propios de la cultura occidental. Actualmente los medios de comunicación social se difunden masivamente elementos culturales foráneos generando un proceso de transculturación del pueblo.
Sin embargo la migración de los andinos cambia no solamente el aspecto físico de la capital; sino, los andinos traen a la ciudad también su cultura y su modo de vivir. Esto precisamente es la influencia cultural del andino en la ciudad. La andinización de la ciudad es un proceso cultural, y una transformación de la cultura urbana occidental en una cultura urbana andina. Para tal fin moviliza sus principios éticos (de reciprocidad, ayuda mutua, respeto para la vida y la madre tierra) y además el máximo de elementos materiales de su cultura originaria (fiestas, lengua, dieta, medicina, vestimenta, música, la hoja de la coca, etc.). Así se está formando una nueva cultura auténticamente andina, que algunos llamarán mestizaje, y otros hibridación cultural o sincretismo cultural, pero que en el fondo es un desarrollo endógeno nuevo de la cultura originaria. En este proceso el andino demuestra su vitalidad cultural, su ingenio y su creatividad cultural: sin perder su identidad andina, logra crear una variante nueva de la cultura andina y una base para un "desarrollo con identidad" y autogestado. El efecto de este proceso cultural creativo se manifiesta en múltiples actividades económicas, sociales y políticas observadas en los nuevos asentamientos humanos que rodean las ciudades del Perú. Lo observamos en los trabajos comunales, en la construcción de casas y de infraestructura comunal urbana (servicios básicos, agua potable, electrificación, desagüe, pavimentación, centros de recreación, mercadillos, etc.). Todos estos son realizados a base del ayni y la mink'a que son sistemas andinos de reciprocidad. De igual forma se practica el ritual de la t'inka cada vez que se logra alcanzar una meta. También la música y los bailes andinos de diferentes géneros y estilos se imponen hoy con fuerza en todas las ciudades del país, y no sólo en los barrios de los inmigrantes.
Una muestra de la fuerza de esta nueva cultura andina urbana, que penetra hasta en el centro de la ciudad, es el fenómeno de la música chicha. Por cierto, es tal vez una moda musical pasajera, pero también podemos considerarlo como un fenómeno de mestizaje de la ciudad occidental criolla; pero este mestizaje es originado en el medio andino y tiene cara de "exportación cultural andina", de "expansión de la cultura andina" y de andinización o "culturización andina" de la ciudad occidental. Esto significa que ahora se trata de un proceso revertido de expansión de la cultura andina y un proceso de reconquista cultural que el pueblo andino está imponiendo.
Más allá de este pequeño ejemplo queremos demostrar que la migración andina llega a la ciudad con sus propios patrones culturales y que estos patrones ya están alterando la sociedad, la cultura y la política del país, creando incesante y sutilmente nuevas pautas de conducta, valores, actitudes, normas, creencias y estilos de vida, los que se traducen en múltiples y variadas formas de organización social, económica y educativa. Es curioso que a los criollos les cuesta aceptar esta nueva realidad; pero al mismo tiempo los andinos que son los protagonistas y los principales actores de dichos cambios, no son conscientes de ésta nueva composición social y de su poder cultural en el contexto de la sociedad nacional.